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Por una política europea valiente

¿Colapsará la Unión Europea? El periodista Gero von Randow explica por qué razones lo ve improbable.

18.12.2017
Publizist Gero von Randow
Gero von Randow, periodista © Claudia Höhne

Alemania. Gero von Randow es redactor de Política en el semanario “Die Zeit” y autor de numerosos libros sobre política internacional. De 2008 a 2013 fue corresponsal en París, Francia. Así ve von Randow a la Unión Europea.

Sr. von Randow, usted calificó el Plan de Diez Puntos de Emmanuel Macron, presidente de Francia, de “audaz” y “osado”. Y luego preguntó: “¿Y si la osadía fuera justamente hoy una virtud?” ¿Puede ser el modelo Macron una visión de futuro para una UE en dificultades?

Gero von Randow: La iniciativa de Macron en un momento en que ningún Gobierno alemán estaba en condiciones de responderle abrió una especie de brecha. Desde entonces, en Bruselas, Berlín y otras capitales se intenta cerrar esa brecha con ideas propias. Ese es ya un mérito del presidente francés, más allá de lo que se pueda pensar en detalle sobre sus propuestas. Yo no hablaría de una visión. Macron propuso reformas en diversas áreas. La propuesta que menos posibilidades tiene de ser implementada es la de un presupuesto para la eurozona bajo control parlamentario.

Más atractiva que transformaciones institucionales sería una política conjunta valiente y dispuesta a soportar conflictos en defensa de las convicciones y los intereses europeos.
Gero von Randow, periodista

Crisis económica, brexit, auge de la derecha: la UE se ve confrontada desde hace algunos años con esos desafíos. ¿Qué debería cambiar para seguir siendo un modelo para el futuro, apreciado por los ciudadanos y atractivo, sobre todo, para los jóvenes?

Más atractiva que transformaciones institucionales sería una política conjunta valiente y dispuesta a soportar conflictos en defensa de las convicciones y los intereses europeos. Un ejemplo positivo: el papel de Europa en el logro del acuerdo atómico con Irán. La UE debería posicionarse también claramente como muro de contención contra tendencias autoritarias en sus propios países miembros, tales como Hungría y Polonia. Y, no menos importante, también como un espacio en el que la digitalización es impulsada y diseñada con un perfil social; un espacio en el que los jóvenes son alentados a iniciar emprendimientos y no se los deje caer en la nada si fracasan con sus proyectos.

Una y otra vez se habla de un posible colapso de la UE. ¿Qué está en juego para los casi 512 millones de ciudadanos de la UE?

Creo que intereses económicos lo van a impedir. Particularmente en los países del este y del sur de Europa, posibles candidatos a abandonar la UE. En esos países se sabe que un colapso de la UE sería una catástrofe económica.

¿Qué significa Europa para usted y cómo la definiría, tanto geográficamente como en cuanto a ideas?

Veo a Europa como un espacio construido a partir de experiencias históricas comunes: guerras, tratados de paz, colonialismo y descolonización, crímenes masivos –concretamente, la Shoá– y su análisis crítico, revoluciones, reconstrucciones y crisis, disputas y compromisos, cultura y ciencia, transformaciones tecnológicas, influencias del cristianismo, el judaísmo y el islam, crítica de las religiones, tortas y vinos, estilos de vida que cambian sincrónicamente y muchas cosas más.

Todo eso ha sucedido y sucede en un espacio que puede definirse geográficamente como una península: abierta hacia el Atlántico, el Mediterráneo y las masas de tierra rusas. Los tres flancos no son solo fronteras, sino también puntos de contacto con el mundo exterior. En ese espacio, los países más importantes se unieron en lo que hoy es la Unión Europea, un actor en la política mundial, cuya importancia aumenta desde entonces. Eso no será afectado por el “brexit”. Actualmente no puede pensarse en una ampliación, pero tampoco se la puede excluir en un futuro más lejano. Turquía, por ejemplo, no seguirá siendo siempre tal como es hoy.

Entrevista: Sarah Kanning

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