Ataque de Múnich

Múnich (dpa) - El pasado viernes, alrededor de las seis de la tarde, un joven nacido y criado en Múnich abrió fuego en un restaurante de comida rápida situado frente a un centro comercial de la capital bávara. Mató a nueve personas para a continuación quitarse la vida delante de la policía.

El atacante, un estudiante germano-iraní de 18 años, planeó el tiroteo durante un año y su preparación incluyó un viaje a la escena de una matanza perpetrada en 2009 en una escuela alemana.

"Empezó con el tema el año pasado, en verano. Viajó a Winnenden y allí se tomó incluso fotografías", declaró en rueda de prensa el presidente de la Oficina Federal de Investigación de Baviera (LKA), Robert Heimberger.

El jefe del organismo se refería a la masacre perpetrada hace siete años en el suroeste de Alemania por un menor de edad que disparó a bocajarro contra miembros de una comunidad escolar causando la muerte de 16 personas.

El atacante de Múnich redactó un manifiesto sobre el crimen que iba a cometer y que fue encontrado por los agentes durante el registro de su habitación. Es por ello que los investigadores no descartan una vinculación con el autor de la masacre en Noruega hace cinco años, Anders Behring Breivik, que segó la vida de 77 personas y también dejó un escrito sobre su atentado.  

Los investigadores también aportaron luz sobre el modo en el que el chico se habría hecho con el arma con la que perpetró el ataque.

"Hay un historial de chat en la llamada 'red oscura' (una especie de internet oculta) que sugiere que adquirió allí el arma", dijo Heimberger.

Asimismo, el jefe de la LKA apuntó que el joven atacante era muy aficionado a los videojuegos de tipo "ego-shooter", un género que permite a los usuarios tener una perspectiva muy real mientras empuñan un arma.

Las pesquisas realizadas en su vivienda también sirvieron para confirmar que el joven sufría problemas psiquiátricos. En este sentido, las fuerzas de seguridad indicaron que el estudiante permaneció ingresado durante dos meses en 2015 debido a un trastorno de fobia social y ansiedad.

"Sentía estos trastornos cuando entraba en contacto con otras personas", señaló el fiscal bávaro, Thomas Steinkraus-Koch.

El funcionario público reveló además que el atacante fue víctima de acoso escolar por parte de otros compañeros en el año 2012.

Los investigadores desconocen, sin embargo, si el caso de "mobbing" padecido hace cuatro años estaría relacionado con el tiroteo.

Las autoridades confirmaron que el autor del ataque creó una cuenta falsa en Facebook que "alimentó" con datos y fotos de otro perfil.

En la red social, bajo una identidad falsa, cursó una especie de invitación que animaba a otros jóvenes a acudir al restaurante de comida rápida en el que disparó de forma indiscriminada en la tarde del viernes.

Las autoridades también revelaron otros detalles de la investigación hasta ahora desconocidos. Entre ellos, indicaron que el joven germano-iraní realizó casi 60 disparos durante el tiroteo.

"57 casquillos de bala fueron encontrados en el lugar de los hechos, que se corresponderían 'claramente' con el arma utilizada por el agresor", explicó el jefe de la LKA.

Los padres del agresor, precisaron los investigadores, todavía no han sido sometidos a un interrogatorio policial.

Un total de 35 personas fueron heridas en Múnich, y la vida de tres de ellas corre peligro.

El brutal ataque ha servido para abrir un nuevo debate en el país. Algunas voces como el vicencanciller y ministro de Economía, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, se mostraron partidarias de endurecer la legislación sobre la tenencia de armas.

La canciller alemana, Angela Merkel, lamentó lo ocurrido en la capital bávara y señaló que las fuerzas de seguridad continuarán trabajando para seguir garantizando la libertad y la vida de todas las personas en Alemania.

"Dejamos atrás, sobre todo los ciudadanos de Múnich, una tarde y una noche de terror. Todos nosotros estamos todavía impresionados por las imágenes y el relato de los testigos", declaró la canciller.

Asimismo, expresó su pésame a los familiares de las víctimas mortales que se cobró el ataque.

A los mensajes de condolencia expresados desde el extranjero, se sumó el papa Francisco, quien envió un telegrama al arzobispo de Múnich para expresarle su pesar por lo ocurrido.

"Su Santidad comparte el dolor de los familiares de los fallecidos y les expresa su cercanía y su dolor", reza el comunicado emitido en Roma.

"Nuestros corazones están con quienes podrían haber resultado heridos", dijo el presidente Barack Obama en la noche del viernes. "Alemania es uno de nuestros más estrechos aliados, por lo que nos comprometemos a ofrecerles toda la ayuda que necesiten en estas circunstancias".

En España, el Palacio Real manifestó su solidaridad con las familias de las víctimas, con Múnich y Alemania. El presidente del gobierno en funciones Mariano Rajoy habló con Angela Merkel por teléfono para expresarle sus condolencias.

"Preocupado y siguiendo la evolución del ataque en Munich. El pueblo alemán cuenta con todo nuestro apoyo y afecto", escribió el viernes en su perfil de Twitter. 

"A nombre del pueblo de Bolivia, nuestra solidaridad con la presidente Angela Merkel y el pueblo de Alemania. Condenamos la cultura de la violencia", señaló por su parte el presidente de Bolivia, Evo Morales, de acuerdo con la agencia oficial ABI.