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Indignación y asombro

 Políticos alemanes condenan los acontecimientos frente al edificio del Reichstag. La prensa internacional reacciona con asombro.

31.08.2020
Empörung und Verwunderung
© dpa

 Berlín (dpa) - Indignación y asombro marcan las reacciones a los acontecimientos del sábado por la tarde frente al edificio del Reichstag en Berlín, la sede del Bundestag (Parlamento alemán). Allí, un grupo de manifestantes derribó las barreras de seguridad, subió las escaleras y se instaló triunfalmente ante a la entrada para visitantes. La Policía hizo retroceder a los exaltados manifestantes.

 “Que una minoría violenta, obviamente de extrema derecha, quiera asaltar la sede del Parlamento nos afecta a todos”, dijo Wolfgang Schäuble, el presidente del Bundestag.

 “Nuestra Constitución garantiza la libertad de opinión y el derecho a manifestarse. Es la respuesta al fracaso de la República de Weimar y los horrores de la era nazi. Símbolos nazis y banderas del Imperio Alemán están fuera de lugar ante el Bundestag”, manifestó por su parte Olaf Scholz, el candidato del SPD a canciller federal para las próximas elecciones.

La prensa internacional reaccionó con asombro. El New York Times escribió: “Estas manifestaciones son un enigma. Una de las cosas más extrañas es que casi no existen razones para protestar: la mayoría de las restricciones, que nunca fueron tan severas como en otros países europeos, han sido levantadas”.

 Y el diario "Tages-Anzeiger" de Zúrich comenta: "Que la democracia alemana vive, está segura de sí misma y es fuerte lo demuestra no tanto que reaccionarios o neonazis puedan izar banderas antidemocráticas frente al Reichstag, sino que con ello nada logran: la gran mayoría de los alemanes considera que los extremistas de derecha son el peligro que efectivamente representan. Además, el Estado enfrenta a esos extremistas desde hace dos años con creciente determinación. Con mucha razón.”