“Si queremos un cambio, tenemos que promover a la mujer”

Señora Brück, ¿cuáles son los objetivos de Fairtrade Alemania?
Somos una organización sin ánimo de lucro que promueve el comercio justo, en particular las estructuras comerciales justas entre el Sur Global y Europa. Aunque llevamos a cabo actividades de relaciones públicas y educativas, se nos conoce sobre todo por otorgar el sello internacional Fairtrade. 

¿Cuáles son los estándares que deben cumplirse para ello?
Hay un gran número de estándares relacionados con el medio ambiente, la igualdad de género, las condiciones laborales, el horario de trabajo, el permiso parental y otras cuestiones sociales.  

¿En qué medida mejora el comercio justo las condiciones de vida de los productores?
Los productores de productos de comercio justo se benefician de precios mínimos fijos, que actúan como una red de seguridad: si el precio de mercado baja, el precio mínimo interviene, evitando una caída mayor. Si el mercado evoluciona positivamente, perciben un precio mayor. También se concede una bonificación financiera adicional por proyectos conjuntos. Asesoramos a los productores sobre el modo de cumplir los estándares e invertir las primas de la forma más adecuada, por ejemplo, en formación continua y educación de los empleados.  

¿Por qué es importante pensar de forma conjunta en lapromoción de la mujer y el comercio justo?
Las mujeres que trabajan en la agricultura soportan a menudo una triple carga: la familia, el campo y el trabajo social. Los estudios lo demuestran: cuando estas mujeres ganan más dinero, destinan el 90% a sus familias. Entre los hombres, este porcentaje es sólo del 30% Si queremos conseguir un cambio a largo plazo en la sociedad, tenemos que aprovechar este efecto multiplicador.  

¿Cuáles son los proyectos con los que colabora?
En Kenia, por ejemplo, existe un proyecto llamado “Growing Women in Coffee”, a través del cual las cooperativas transfieren tierras a las mujeres y les dan la oportunidad de cultivarlas de forma independiente. Las mujeres se quedan con los beneficios. Se promueve la formación de las mujeres en prácticas agrícolas y se les ofrece asesoramiento para realizar planes de negocio. También se promueve la construcción de plantas de biogás, que evitan que las mujeres tengan que recoger leña todos los días y, al mismo tiempo, protegen el medio ambiente.