La primera computadora fue alemana
Konrad Zuse presentó hace 75 años la primera computadora realmente operativa: la Z3.
Niños juegan con consolas, minicomputadoras comandan la lavadora, asistentes de conducción facilitan conducir automóviles, computadoras vestibles registran funciones vitales. Smartphones, tabletas y computadoras hay hoy en casi todos los hogares. Supercomputadoras predicen el tiempo atmosférico y una nueva generación de computadoras, presentadas recientemente en la Feria de Hannover bajo el nombre “cognitive computing”, puede ya incluso interactuar con el ser humano. Hoy, una vida sin computadora es casi inimaginable.
Hace 75 años era muy diferente. El 12 de mayo de 1941, el inventor alemán Konrad Zuse presentó la primera computadora realmente operativa, la Z3. Solo podía multiplicar, dividir, sacar la raíz cuadrada y almacenar no más de 64 palabras, pero fue el primer ordenador programable del mundo en trabajar con el sistema binario. El invento no tuvo gran eco: la prensa no se interesó por la computadora de Zuse, no fue ninguna sensación mundial. Eran tiempos de guerra”, dice Horst Zuse, el hijo mayor del visionario de la computación, quien presentó hace algunos años una reconstrucción propia de la Z3. La computadora original fue destruida durante un bombardeo en diciembre de 1943.
Luego de la guerra, Konrad Zuse intentó ganar dinero con la idea y fundó en Hesse su propia empresa, que en los años 1960 fue comprada por Siemens. Los competidores de Estados Unidos, pero también de Alemania, habían alcanzado ya su mismo nivel técnico e incluso lo habían superado. Lo que quedó fue su página de gloria en la historia.
El inventor Konrad Zuse se llamó como artista Kuno See
Zuse, que falleció en 1995, tuvo, sin embargo, también otros talentos. Su pseudónimo Kuno See se encuentra en numerosos óleos, dibujos y grabados, que en gran parte se hallan en el museo Staatliche Graphische Sammlung de Múnich. Algunos trabajos pueden verse en el Museo Konrad Zuse, en Hünfeld, la ciudad donde vivió muchos años, y en el Gabinete Astronómico-Físico en Kassel, También en la exposición documenta 13, en Kassel, fueron exhibidos cuadros de Konrad Zuse. Se le atribuye la frase: “No estudié arte, pero tampoco estudié informática”.