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Bienvenidos en la nueva vida cotidiana

En Alemania, la pandemia del coronavirus transforma la forma de trabajar, aprender y vivir. Algunas innovaciones tienen también un aspecto positivo.

Christina Iglhaut, Sarah Kanning, Clara Krug, 12.03.2021
Working from home
© Getty Images/Digital Vision

TRABAJAR

Teletrabajo en casa. Oficinas desiertas y un espeluznante silencio en las salas de conferencias: tal la imagen de muchas empresas en Alemania a principios de 2021. Desde mediados de marzo de 2020, millones de empleados trabajan desde casa. Según una encuesta de la Asociación Federal de Empresas de la Información, las Telecomunicaciones y los Nuevos Medios (Bitkom) en diciembre de 2020, una cuarta parte de las personas activas trabajaban en Alemania permanentemente desde su casa, y una quinta parte, varios días por semana. Sin embargo, para la mayoría de la gente, el teletrabajo y las oficinas en casa no son un sobreentendido: antes de la pandemia, solo el tres por ciento de las personas activas trabajaban exclusivamente desde casa, y otro 15 por ciento lo hacía trabajaba parcialmente. Es cierto, según la encuesta, que muchos empleados extrañan el buen equipamiento de sus oficinas y el contacto personal con sus colegas. Pero quienes trabajan desde casa califican su trabajo como más productivo y están más satisfechos con los resultados. Pocos viajes, más libertad: eso agrada a mucha gente. Expertos cuentan, por consiguiente, que la tendencia al teletrabajo se consolide en Alemania.

MOVILIDAD

Radweg
© Getty Images/EyeEm

De menos y más. Los efectos de la crisis son sentidos por el sector de la movilidad también en Alemania. Según la Oficina Federal de Estadística, en la primera mitad de 2020 el número de pasajeros en autobuses y trenes de larga distancia se redujo a la mitad en comparación con el año anterior. Por el aeropuerto de Fráncfort del Meno pasaron en 2020 tan pocos viajeros como en 1984. Para muchos empleados, reuniones virtuales en lugar de viajes son hoy un sobreentendido y numerosas empresas planean reducir los traslados también después de la pandemia, según una encuesta de dpa. Además, muchas personas pueden imaginarse realizar menos viajes privados en el futuro, según un estudio de PricewaterhouseCoopers: el 44 por ciento de los encuestados planea salir de vacaciones con menos frecuencia. Pero la crisis también ha producido un ganador: la bicicleta. Según el Ministerio Federal de Transportes, un cuarto de la población usó la bicicleta en junio y julio de 2020 más que en el mismo periodo del año anterior. Muchas ciudades responden a esa tendencia con la creación de bicisendas temporales, es decir, convirtiendo carriles para coches en carriles para bicicletas, inicialmente por un tiempo limitado.

ESTUDIOS

zuhause studieren
© Getty Images/Westend61

Rendir exámenes en la cocina. Las aulas permanecen vacías, los cursos se transmiten por internet y las pruebas escritas se hacen en casa: la pandemia cambia la vida de los estudiantes y obliga a las universidades a reinventarse. El proyecto MyScore de la Universidad Técnica de Aquisgrán RWTH, por ejemplo, permite a los estudiantes intercambiar ideas en un ­espacio digital. Equipados con gafas de realidad virtual, los ­participantes se reúnen en forma de avatares. La movilidad y el intercambio internacional también funcionan digitalmente, y podrían servir de modelo para después de la crisis, porque permiten realizar intercambios con diferentes países también a ­estudiantes que de otro modo no tendrían los medios para hacerlo. El programa International Virtual Academic Collaboration (IVAC) del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), por ejemplo, promueve la cooperación digital entre las universidades alemanas y de otros países. A pesar de las nuevas ideas, la crisis del coronavirus supone una carga financiera para muchos estudiantes porque, por ejemplo, hay pocos puestos de trabajo a tiempo parcial. Por ello, el Gobierno los apoya con un subsidio temporal de hasta 500 euros mensuales y préstamos.

OCIO

Waldspaziergang
© Getty Images/EyeEm

Redescubriendo el bosque. Casi el 80 por ciento de la población de Alemania vive en ciudades. Y aunque las grandes ciudades alemanas no pueden compararse con las megalópolis de Asia o metrópolis como París, Londres o Madrid en cuanto a luz y espacios verdes, muchos alemanes se sientes incómodos en las urbes debido a las restricciones impuestas por el coronavirus. En Alemania todavía no se han impuesto toques de queda a nivel nacional por la COVID-19, pero zonas de juegos y parques han estado cerrados temporalmente. Cines, bares, restaurantes y muchas tiendas también han debido cerrar. En busca de distracción, cada vez más gente opta por trasladarse al campo. Quienes pueden, se mudan temporalmente a casas de parientes en zonas rurales. Nueva popularidad adquieren las huertas urbanas, el senderismo y los paseos por los bosques. Los bosques y la agricultura representan unas cuatro quintas partes del uso de la tierra en Alemania, y, sin embargo, regiones turísticas se han sentido literalmente invadidos por visitantes. En las ciudades, mientras tanto, se manifiesta el fenómeno opuesto: animales salvajes, tales como zorros y ciervos, se aventuran de nuevo hasta los bordes de las zonas ­urbanas.

CONSUMO

Onlineshopping
© Getty Images/Moment RF

Ventas récord al por menor vía internet. Especialmente al principio de la pandemia, la incertidumbre era grande con respecto al riesgo de infección en los supermercados. Como resultado, incluso personas que rara vez habían hecho antes pedidos en línea, empezaron a comprar por internet. En la fase inicial de la pandemia, los clientes tuvieron que esperar a veces hasta dos semanas para obtener una fecha de entrega gratuita. En general, la venta al por menor por internet experimentó un auge en 2020. Ello se debió a que las tiendas de ropa, librerías y tiendas de deportes fueron cerradas temporalmente debido a la pandemia. Las acciones de la empresa alemana Zalando, que vende vestimenta a través de internet, alcanzaron una cotización récord, y el número de clientes se multiplicó. Los perjudicados fueron las tiendas estacionarias: grandes almacenes, boutiques y tiendas especializadas. Las tiendas de bicicletas, por otro lado, permanecieron abiertas, registrando en mayo de 2020 el “mes más fuerte”, según la Asociación del Sector de la Bicicleta. Ahora, las tiendas de bicicletas se ven confrontadas con otros desafíos: algunos modelos están agotados y no volverán a ofrecerse hasta el verano de 2021.

MEDIOS

Computertastatur
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No a las noticias falsas. La democracia necesita hechos, ello es particularmente evidente en la crisis del corona­virus. Información falsa se expande durante la pandemia a una velocidad vertiginosa en redes sociales, foros y dudosos portales de noticias. En Alemania, los periodistas de Correctiv, un centro de investigación sin fines de lucro, por ejemplo, trabajan diariamente para combatir la desinformación. Para verificar información, recurren a advertencias de usuarios y recorren la web en busca de posibles noticias falsas. Luego comprueban los hechos a la luz de fuentes válidas y ponen a disposición los resultados de sus investigaciones de forma gratuita. Junto con dpa, Correctiv apoya también a Facebook en la verificación de hechos. De hecho, la necesidad de información confiable durante la pandemia es grande: muchos alemanes actualmente recurren con frecuencia a medios de comunicación tradicionales y creíbles, como COSMO (COVID-19 Snapshot Monitoring), de la Universidad de Erfurt. Según COSMO, en particular las emisoras públicas de radio y TV, pero también las ofertas en ­línea de los periódicos registran cifras récord de acceso desde el brote de la pandemia.

VIVIENDA

Wohnen auf dem Land
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Apreciando la vida en el campo. Durante mucho tiempo, en Alemania, mudarse “al campo” fue considerado provinciano. Pero las restricciones por el coronavirus han dejado claro, en particular a las familias, que los apartamentos de tres habitaciones sin balcón no ofrecen suficientes opciones, por ejemplo, para padre y madre que trabajan desde casa y ­niños en edad escolar que aprenden en casa. Precios accesibles de propiedades, poder tener un jardín y trabajar desde casa al ­menos una parte del tiempo, incluso después de la pandemia, han aumentado el interés por mudarse al campo. En un sondeo de la  Asociación Federal de Empresas de la Información, las ­Telecomunicaciones y los Nuevos Medios (Bitkom), uno de ­cada cinco encuestados dijo que podría imaginarse mudarse al campo si continúa el teletrabajo. La plataforma inmobiliaria Immobilienscout24 registró en junio de 2020 más del doble de solicitudes de información sobre viviendas en las afueras de las ciudades en comparación con el año anterior. Esa es una buena noticia para muchas aldeas que hasta ahora han visto disminuir su población. Debido a la pandemia, las zonas rurales pueden volverse más atractivas a largo plazo.

© www.deutschland.de

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