Cumbre científica
Los Alpes no solo ofrecen paisajes de postal: una mirada al trabajo de la estación de investigación medioambiental más alta de Alemania.

Till Rehm tiene un lugar de trabajo de lo más inusual: a 2.650 metros de altitud, en pleno corazón de los Alpes. Justo por debajo de la cima del Zugspitze se encuentra la estación de investigación medioambiental más alta de Alemania: el Schneefernerhaus. Lleva 17 años trabajando allí como geofísico. Diez institutos de investigación trabajan aquí de forma permanente, como el Centro Aeroespacial Alemán o el Servicio Meteorológico Alemán. Investigan temas como la hidrología, la medicina medioambiental y en altitud o la radiación cósmica y la radiactividad. Rehm es su principal persona de referencia y se encarga del mantenimiento de sus equipos y dispositivos de medición. “Los científicos tienen que tener acceso a sus datos en todo momento, aunque casi nunca estén en la estación”, resume.

Llegar al Schneefernerhaus ya es toda una experiencia, ya que el trayecto se hace en teleférico. Pero lo que de verdad puede hacer que se dispare la adrenalina es el tiempo: cuando las intensas nevadas sepultan sensores y equipos, a Till Rehm le toca volver a ponerlo todo en servicio.

Para los investigadores que no trabajan directamente en el Schneefernerhaus, su personal es una valiosa fuente de información. Porque pasan mucho tiempo en el entorno alpino y perciben de primera mano los cambios en el medio ambiente. Por eso, para Wilfried Hagg, profesor de Geografía en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Múnich, son ojos imprescindibles sobre el terreno. Hagg investiga el retroceso de los glaciares: “Los cuatro glaciares de Baviera están, por desgracia, condenados a desaparecer. Con el clima que tenemos hoy en día, ya no pueden sostenerse, y su desaparición es solo cuestión de tiempo. Probablemente perderemos el último glaciar a más tardar a comienzos de la próxima década.” El geógrafo estudia los factores que podrían acelerar o frenar ese retroceso. Y subraya lo importantes que son los glaciares y lo mucho que debemos protegerlos:
öos glaciares aumentan la biodiversidad, son reservas clave de agua y, además, un auténtico espectáculo para la vista. Por eso deberíamos conservarlos.
Los glaciares almacenan grandes cantidades de agua y la liberan poco a poco durante los meses cálidos. El deshielo de los glaciares pone en peligro el suministro de agua de millones de personas en todo el mundo. Por eso, en 2025, las Naciones Unidas (ONU) quieren centrar la atención en el estado de los glaciares con el Año Internacional de la Protección de los Glaciares.
