Lo que podemos aprender de Dinamarca
La energía eólica aporta optimismo y buenos negocios a los daneses
¿Desde cuándo Dinamarca apuesta por la energía sostenible?
Cuando en 1985 los políticos daneses finalmente se decidieron en contra de todas las formas de energía nuclear, aumentaron a la vez los subsidios estatales para aerogeneradores. Nadie podía prever entonces que esto daría lugar a una marcha triunfal admirada mundialmente de esta forma de energía. Se considera seguro que los daneses alcanzarán el objetivo de una producción de energía 100% neutra para el clima hasta el año 2028, meta que fue fijada por una amplia mayoría en el parlamento danés, gracias sobre todo a la energía eólica. Ya hoy, más de la mitad de la electricidad proviene de fuentes sostenibles, y la energía eólica representa la mayor parte de la energía verde con altas tasas de crecimiento.
¿Por qué el concepto funciona tan bien en Dinamarca?
El factor decisivo para el éxito ha sido el alto nivel de aceptación en la población, desde las primeras plantas a baja escala de activistas antinucleares hasta la actual industria a gran escala con enormes parques eólicos offshore. Las condiciones para ello en Dinamarca, con casi 7.000 kilómetros de costa, son ideales. Otro factor importante ha sido la tradicionalmente elevada voluntad de los daneses de alcanzar un consenso, una gran flexibilidad en la relación entre aquellos en cargos de responsabilidad y los ciudadanos, y una confianza social básica muy desarrollada. Prudentes políticos en materia de energía y medio ambiente, sobre todo el expresidente socialdemócrata Svend Auken, han puesto en práctica modelos de participación atractivos para hacer que los residentes locales afectados por la construcción de plantas participen, en vez de ocasionar disputas legales interminables.
¿Cómo participan los ciudadanos?
Un aspecto central es la participación legalmente garantizada de los residentes y municipios afectados en los beneficios de las plantas de energía eólica o solar, incluso aquellas offshore. Pueden adquirir acciones y así beneficiarse de ellas. Además, los residentes son indeminizados si sus propiedades pierden valor como resultado de los parques eólicos. Por último, el Gobierno garantiza el apoyo a los proyectos que producen energía sostenible de forma independiente.
¿Quién más se beneficia de la energía eólica?
Uno de los efectos secundarios positivos para todo el país es la posición de liderazgo de los fabricantes de aerogeneradores daneses, que genera elevados ingresos por exportación. Sin embargo, la competencia de China presiona cada vez más. Además, en la propia Dinamarca ya solo en el mar es posible ampliar las capacidades de producción. Pero el enfoque optimista de los daneses respecto a la energía eólica sigue vivo: lo demuestra una vez más la ley sobre el clima, aprobada recientemente por una amplia mayoría, con el objetivo extremamente ambicioso de reducir en un 70 por ciento las emisiones de CO2 hasta el año 2030.
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