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El Cinturón Verde: de franja de la muerte a línea de la vida

La antigua franja de frontera entre las dos Alemania como monumento vivo a la reunificación.

08.04.2015
© dpa/Martin Schutt - Green Belt

La frontera entre las dos Alemanias dividió otrora Occidente del Este a lo largo de casi 1400 kilómetros: desde el Mar Báltico en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, a lo largo del Elba, pasando por los Montes Harz y luego hacia el sur, a través de los densos bosques de Turingia y la región de Vogtland en Sajonia y Baviera. Altos muros, instalaciones de disparo automático, campos minados, alambre de púas y torres de control marcaron desde los años 1950 muchos tramos de la frontera, rigurosamente vigilada por soldados en la parte de la RDA. La “franja de la muerte”, de hasta 200 metros de ancho, atravesaba aldeas, bosques, ríos y tierras de turbas, separando a familias y amigos en ambas partes de Alemania. Varios cientos de seres humanos murieron en intentos de abandonar la RDA en dirección a Occidente.

 

Monumento vivo

 

Con la caída del Muro, en 1989, y la reunificación, en el otoño de 1990, fue superada la división. Unos 25 años después, la antigua frontera se ha transformado, no solo en Berlín, la capital, en un monumento vivo de la reunificación alemana. En muchos lugares de la antigua “Cortina de Hierro”, los visitantes encuentran museos, memoriales o monumentos. En la aldea de Mödlareuth, antiguamente fronteriza, también llamada “Pequeña Berlín”, a lo largo de 700 metros han sido conservados partes del muro, la valla de metal y una torre de observación.

 

Ya poco después de la caída del Muro, en el otoño de 1989, protectores de la naturaleza de Occidente y del Este llamaron la atención sobre el hecho de que numerosos animales y plantas habían hallado un refugio en la “zona de nadie”. Luego impulsaron un primer proyecto germano-germano de protección de la naturaleza, con el objetivo de conservar en medio de las transformaciones históricas la franja fronteriza como cinturón verde y columna vertebral ecológica de Europa Central. Con éxito. El Gobierno federal alemán apoya el aseguramiento de la biodiversidad en la zona, que une a nueve estados federados. Los protectores de la naturaleza han documento allí hasta hoy unas 1200 especies amenazadas de animales y plantas. Entre ellas se cuentan, por ejemplo, orquídeas raras, como la Cypripedium calceolus; aves raras, como la cigüeña negra y el alcaudón dorsirrojo, y numerosos insectos. Más de la cuarta parte del Cinturón Verde es hoy zona natural protegida. Por eso, el Cinturón Verde forma parte del Patrimonio Natural Nacional de Alemania. Quien lo visita accede a tesoros de la naturaleza y parte de la historia contemporánea.

 

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