La cuestión de la confianza: ¿qué es?
Estabilidad incluso en crisis de coalición: la democracia alemana sigue normas claras en lo que respecta al trato del Gobierno con el Bundestag.
La Constitución alemana o Ley Fundamental garantiza una democracia estable
La democracia alemana se basa en normas establecidas en la Ley Fundamental. Su objetivo principal es que el Gobierno cuente con el apoyo de la mayoría parlamentaria. Las normas garantizan la estabilidad incluso en tiempos de crisis gubernamental. Este es el caso, por ejemplo, cuando se rompe una coalición porque uno de los partidos abandona el Gobierno. Entonces se plantea la cuestión de si las políticas del Gobierno siguen contando con el apoyo de la mayoría del Parlamento, el Bundestag, requisito indispensable para un Gobierno legitimado democráticamente.
El canciller pregunta a los diputados: ¿Confían en mi trabajo?
Si un Gobierno ya no está seguro de que su política cuente con el apoyo de la mayoría parlamentaria, el jefe del Gobierno, es decir, el canciller federal, puede plantear la “cuestión de confianza” de conformidad con el artículo 68 de la Ley Fundamental. Somete a votación en el Bundestag la cuestión de quién le apoya. Puede combinarla con la votación de un proyecto de ley, es decir, vincularla a una decisión sobre una cuestión concreta importante. Deben transcurrir 48 horas entre la solicitud de votación y la votación propiamente dicha, tiempo suficiente para realizar nuevas consultas. Si la mayoría vota a favor del canciller, no hay razón para actuar y el Gobierno continúa su labor.
¿Qué ocurre si la mayoría del Parlamento no confía en el Gobierno?
Si el Gobierno no obtiene la mayoría en el voto de la “cuestión de confianza”, el presidente federal, el jefe de Estado alemán, puede disolver el Bundestag en un plazo de 21 días y convocar nuevas elecciones. El objetivo es establecer un Gobierno tras las elecciones que vuelva a contar con el apoyo de la mayoría del Parlamento. Si el Bundestag elige a otro u otra canciller antes de su disolución, ya no podrá ser disuelto. Las elecciones deben celebrarse en un plazo de 60 días tras la disolución del Parlamento.
¿Cuántas veces en la historia se ha planteado la cuestión de confianza?
En la historia de la República Federal de Alemania, la cuestión de confianza se ha planteado cinco veces. En tres ocasiones el Gobierno no obtuvo mayoría y en cada una de ellas se disolvió el Parlamento y se celebraron nuevas elecciones. En 1972, el canciller Willy Brandt (SPD) perdió la votación, pero ganó las elecciones posteriores, tal y como esperaba. En 1982, el canciller Helmut Schmidt (SPD) perdió la mayoría y el Bundestag eligió canciller a Helmut Kohl (CDU). Para legitimar su cancillería ante el pueblo, planteó una cuestión de confianza, que perdió como estaba previsto. Ganó las nuevas elecciones que fue necesario celebrar. En 2005, Gerhard Schröder (SPD) perdió el voto de confianza; tras las elecciones posteriores Angela Merkel (CDU) ocupó el cargo de canciller.