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La Cumbre Humanitaria Mundial

La iniciativa de Ban-Ki Moon, secretario general de las Naciones Unidas, reunió a los actores centrales y fortaleció el sistema humanitario.

05.07.2016

Los desafíos planteados a la ayuda humanitaria se han multiplicado en los últimos años: 120 millones de seres humanos en todo el mundo dependen de asistencia humanitaria y hay alrededor de 60 millones de refugiados, el segundo mayor número desde fines de la Segunda Guerra Mundial. Han aumentado las crisis, los conflictos y las catástrofes, tanto en número como en complejidad y duración. Simultáneamente aumentan las violaciones del derecho humanitario internacional, los ataques contra instalaciones médicas y la negación del acceso humanitario a afectados. Las necesidades mundiales de ayuda humanitaria continúan en aumento. La comunidad internacional puede hacer frente a esos desafíos solo en forma conjunta. La primera Cumbre Humanitaria Mundial, llevada a cabo en Turquía, fortaleció el sistema ­humanitario internacional. Simultáneamente se espera poder reducir en el futuro las necesidades de ayuda.

La cumbre se celebró los días 23 y 24 de mayo en Estambul, por invitación de Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas (ONU) y luego de un proceso de consultas de dos años a nivel mundial. Se reunieron 9000 representantes de Estados, ­organizaciones humanitarias, de la sociedad civil y del sector privado de todo mundo. Los participantes se obligaron a fortalecer el sistema humanitario, para ayudar mejor a los afectados. Ese enfoque de la cumbre fue singular y reflejó la variedad existente de actores humanitarios. Alemania, como tercer dador mundial de ayuda humanitaria, estuvo representada por Angela Merkel, la canciller federal; Frank-Walter Steinmeier, el ministro de Relaciones Exteriores, y Gerd Müller, el ministro federal de Desarrollo, así como por diputados y representantes de organizaciones no gubernamentales alemanas. Alemania definió activamente las prioridades.

En el foco de la cumbre estuvo la inclusión de actores locales y de la población afectada por crisis y catástrofes en la ayuda ­humanitaria de emergencia. Para ello se simplificará aún más el sistema humanitario global. El “gran pacto”, negociado también activamente por Alemania, es uno de los documentos centrales de la cumbre. Se trata de obligaciones colectivas concretas en áreas centrales de la ayuda humanitaria asumidas por los grandes dadores humanitarios, las agencias de la ONU, los movimientos de la Cruz Roja y la Media Luna ­Roja, asociaciones de ONG, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Banco Mundial. El objetivo del “pacto” es hacer la ayuda humanitaria más rápida, menos burocrática y de respuesta rápida, fortaleciendo al mismo tiempo a la sociedad civil local y los afectados como actores en la planificación e implementación de la ayuda humanitaria.

Los enormes desafíos planteados al sistema humanitario siguen en pie. Por eso, la cumbre mundial fue esencial para reunir a actores centrales, con el objetivo de asumir juntos esa tarea. La continuada infrafinanciación de la ayuda humanitaria mundial sigue preocupando. Alemania prometió en la cumbre otros diez millones de euros para el Fondo de Ayuda de Emergencia de la ONU y llamó a otros Estados a poner más fondos a disposición para la ayuda humanitaria. ▪