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"No se trata solo de derechos humanos"

Entrevista al embajador Joachim Rücker, presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, sobre el significado de los derechos humanos en tiempos de crisis y conflictos.

09.12.2015
© dpa/Martial Trezzini - Joachim Rücker

Sr. Rücker, usted es en 2015 presidente del Consejo de DD. HH. de las Naciones Unidas. Asumió el cargo con el mensaje de que el Consejo podía trabajar más eficientemente. ¿Se ha logrado algo en ese sentido?
Sí, sin duda. Todos los Estados saben que la agenda del Consejo de Derechos Humanos está recargada. Quizás algunos tengan interés en recargarla. Llevamos a cabo interesantes diálogos con representantes de Estados y ONG de derechos ­humanos, en un encuentro informal en Berlín y en otras ocasiones. Algo hemos logrado: muchas resoluciones temáticas estarán ahora en la agenda del Consejo solo cada dos años. Eso crea nuevos espacios libres, por ejemplo para tratar la ­situación de los derechos humanos en países. También la página web del Consejo será mejorada, a efectos de que la gente pueda hallar más rápida y sencillamente información sobre su trabajo. Eso hace al Consejo más visible y destaca más su labor. Además estructuraremos mejor la información sobre sus numerosas actividades. La transparencia ayuda a que trabajemos más eficientemente, aumenta la credibilidad del Consejo y facilita a los ­interesados tener acceso a ese órgano intergubernamental . Y lleva a aumentar la efectividad, es decir, que podemos ayudar mejor a aquellos para los que existimos: los seres humanos cuyos derechos son violados.

¿En qué temas de contenido se movió algo durante la presidencia alemana?
El Consejo de Derechos Humanos se ha ocupado en 2015 nuevamente de numerosos temas. Eso se refleja en las 137 resoluciones y decisiones aprobadas este año, ya sea sobre situaciones en países o en áreas temáticas. No obstante, ese buen resultado solo se debe en forma indirecta a la presidencia alemana, ya que los ­contenidos son determinados por los ­Estados. El mandato del presidente del Consejo se limita a cuestiones de procedimiento y organizativas. Pero naturalmente eso es muy importante, porque se trata de, por ejemplo, si el representante de una ONG puede hablar en el Consejo y cómo. Cuando escuché hablar de “represalias”, es decir, de intentos de Estados de atemorizar a la sociedad civil, castigarla o mantenerla alejada del Consejo de Derechos Humanos, me interesé invariablemente por cada uno de esos casos. Y siempre surtió efecto.

Alemania fue elegida nuevamente para integrar el Consejo de Derechos Humanos de 2016 a 2018. ¿Cuáles son los temas centrales de la política alemana de derechos humanos?
Como miembro fundador, Alemania ve el Consejo de Derechos Humanos como ­elemento medular de una arquitectura multilateral de derechos humanos. Queremos continuar impulsando su trabajo y fortalecer su peso político. Los derechos humanos son –junto con la seguridad y el desarrollo– uno de los tres pilares de las Naciones Unidas. Por eso deben ser defendidos y debemos financiar las correspondientes estructuras. Naturalmente, no sabemos dónde empeorará la situación de los derechos humanos en los próximos años de tal forma que hará necesario tematizarlo en el Consejo. Algunos países permanecen en los primeros lugares de observación: Siria y Corea del Norte son solo dos ejemplos. Alemania continuará impulsando también “sus” temas transversales: el derecho al agua y los servicios sanitarios, una vivienda adecuada, la ­defensa de las víctimas del tráfico de personas y el derecho a una esfera privada, particularmente en la era digital.

Violaciones de los derechos humanos se producen sobre todo en medio de crisis y conflictos. La inestabilidad en el mundo parece aumentar. ¿Son malos tiempos para los derechos humanos?
Efectivamente, los tiempos no son buenos para los derechos humanos. Pero simultáneamente aumenta la convicción de que no es posible ignorar los derechos humanos. Los derechos humanos son el baremo de la comunidad internacional, cuando el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas decide sobre sanciones o incluso una intervención. Y nos sirven como mecanismo de alarma temprana para crisis venideras. Ese es un importante aspecto, que la comunidad internacional toma cada vez más en serio. Los derechos humanos son en ese sentido desde hace tiempo un “tema duro”. Frank-Walter Steinmeier, el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, ha dado impulsos conceptuales a esa interrelación entre derechos humanos y seguridad, también con miras a una mejor articulación de las actividades del Consejo de Derechos Humanos y el Consejo de Seguridad.

En 2016 se aspira a aprobar el Plan Nacional de Acción sobre Economía y Derechos Humanos. ¿De qué se trata?
En el acuerdo de coalición del Gobierno alemán está previsto crear un Plan Nacional de Acción para implementar los principios guía de la ONU para la economía y los derechos humanos. El Ministerio de Relaciones Exteriores asumió la dirección y la coordinación con los ministerios involucrados. En ese proceso, el Gobierno federal alemán analiza qué normas de derechos humanos deben regir para el accionar del Estado en el contexto económico. ¿Son suficientes las reglas marco que rigen actualmente para las empresas alemanas para asegurar la protección de los derechos humanos? Alemania aspira a armonizar más la economía globalizada con la protección de los derechos humanos. Naturalmente, los intereses de las empresas, la sociedad civil y los sindicatos a menudo divergen. Por eso, desde noviembre de 2014, el Gobierno federal está identificando las áreas de intersección de intereses. Buscamos el “mix inteligente” para implementar esas ideas, compuesto por el compromiso voluntario de las ­empresas, los incentivos y el apoyo, particularmente para pequeñas y medianas empresas, pero también queremos aplicar severas sanciones en caso de graves violaciones de los derechos humanos con participación de empresas alemanas. Nos hallamos casi al final de esa fase de consultas y confío en que lograremos ­hallar muy pronto el mix adecuado.

Usted conoce el trabajo de la ONU de sus actividades anteriores. ¿Qué lo motiva a comprometerse con los objetivos de la comunidad de Estados?
A pesar de todas las impugnaciones, la Organización de las Naciones Unidas posee tanto una singular legitimidad como un singular instrumental cuando se trata de hallar respuestas correctas a los desafíos globales en las áreas de la paz y la seguridad, el desarrollo y los derechos humanos. Ayudar a dar esas respuestas, tanto sea como enviado especial del Secretario General o como presidente del Consejo de Derechos Humanos o en otra función no solo es una honrosa tarea, sino también una tarea que me colma, en el sentido ­literal de la palabra. A ello se agrega el ­enriquecedor relacionamiento con la diversidad, que es parte de la esencia de las Naciones Unidas.
 

Día Internacional de los Derechos Humanos, 10 de diciembre de 2015

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