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Dos ministerios, un objetivo común

La política exterior y de desarrollo feministas alemanas van de la mano: la igualdad de derechos y la participación son sus objetivos.  

Friederike BauerFriederike Bauer , 28.02.2024
Svenja Schulze (izqda.) y Annalena Baerbock
Svenja Schulze (izqda.) y Annalena Baerbock © picture alliance / Flashpic

“No estamos llamando a una revolución, estamos haciendo algo que debería darse por sentado”, dijo la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, en la presentación de las directrices de la política exterior feminista alemana. Eso fue en marzo de 2023. A su lado, la ministra de Desarrollo, Svenja Schulze, añadió: “Queremos hacer sociedades más justas”. Las ministras aparecieron juntas deliberadamente, ya que los conceptos se habían desarrollado en ambas carteras.

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Ambos ministerios persiguen el mismo objetivo: desmantelar las estructuras discriminatorias de género en todo el mundo y provocar un cambio sistémico. Según la lógica, las sociedades son especialmente estables, pacíficas y económicamente exitosas cuando todas las personas pueden participar en pie de igualdad en términos de derechos, recursos y representación.  

Fortalecimiento de la participación en los países en desarrollo 

El Ministerio alemán de Asuntos Exteriores ha adoptado directrices para una política exterior feminista y el Ministerio alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ en sus siglas en alemán) una estrategia para una política de desarrollo feminista. Ambos enfoques se complementan y pretenden impulsar la modernización, también en los ministerios. El Ministerio de AA. EE. pretende fomentar la participación de las mujeres en las relaciones diplomáticas, las negociaciones de paz y las organizaciones internacionales y prestar especial atención a sus intereses en la ayuda humanitaria. El BMZ se centra en la participación (económica) en los países en desarrollo y la promoción de los derechos de la mujer.  

Solapamientos, por ejemplo con la violencia sexual 

Existen solapamientos, por ejemplo, con la violencia sexual, que desempeña un papel tanto en la vida cotidiana como en los conflictos o al huir. La cooperación con los países socios debería ayudar en este sentido, al tiempo que las negociaciones internacionales deberían abordar el origen del problema. El tema de la salud reproductiva también concierne a ambos ministerios, ya que implica tanto cuestiones de derechos de la mujer como temas muy prácticos, como la distribución de anticonceptivos.