Una red de ayuda
Jackson Nabaala trabaja para Welthungerhilfe desde 2006. En Líbano, Siria y Turquía, busca soluciones a conflictos complejos.
Les encanta la creación de redes internacionales: te presentamos a algunas personas que promueven las asociaciones de Alemania en todo el mundo. Porque las tareas globales solo pueden afrontarse unidos.
Jackson Nabaala llevaba apenas cinco meses trabajando como director nacional de Deutsche Welthungerhilfe en Líbano, Siria y Turquía cuando la tierra se estremeció el 6 de febrero de 2023. Poco después de huir de su casa en Turquía, Nabaala recibió llamadas de colegas de todo el país. Muchos habían perdido sus casas y se encontraban en la calle con sus familias. Hacía frío y la gente buscaba un lugar seguro donde resguardarse. Algunas personas tenían niños, ancianos o familiares enfermos a su cargo.
“Me vi envuelto en una situación completamente nueva para mí. Muchos de mis empleados, que solían distribuir ayuda, ahora se veían en la necesidad de recibirla”, señala Nabaala. Esto dificultó el trabajo de la organización. Tras el terremoto, Nabaala trabajó sin descanso para distribuir tiendas de campaña, ropa y alimentos. Viajó por la zona afectada por la catástrofe, durmió y trabajó en el coche. El terremoto cambió su forma de ver la vida. “Aquella noche comprendí que cualquiera podría verse en una situación en la que precise de ayuda, sin importar su nivel socioeconómico.”
Acabar con el hambre en el mundo para 2030
Nabaala es natural de Kenia y trabaja desde 2006 para Welthungerhilfe. Desde octubre de 2022 hasta abril de 2023, ocupó el cargo de director nacional para Líbano, Siria y Turquía, y en la actualidad desempeña funciones como director nacional adjunto en los tres países. Welthungerhilfe está presente en todo el mundo desde 1962. En su calidad de organización no gubernamental, trabaja con neutralidad sin tomar partido en ningún conflicto. De este modo, garantiza la ayuda a todas las personas, independientemente de su origen, religión o visión del mundo.
Welthungerhilfe llegó a unas 650.000 personas en Líbano, Siria y Turquía en doce proyectos en 2022. En 2022, la organización ayudó a unos 18,8 millones de personas en 37 países de todo el mundo. “Nuestro trabajo tiene como objetivo acabar con el hambre en el mundo para 2030. Todos nuestros proyectos giran en torno a este objetivo”, explica Nabaala. Welthungerhilfe se financia con fondos públicos y donativos.
Estrecha colaboración con organizaciones locales
“Ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas” es el lema de la organización. Su objetivo es contribuir a mejorar la vida de las personas a largo plazo y de forma sostenible, para que éstas puedan ayudarse a sí mismas en lo posible en situaciones de crisis. Esto sólo es posible en colaboración con la sociedad civil. “En todos los proyectos, colaboramos con las organizaciones locales para poder acceder a la población afectada”, nos explica Nabaala. El trabajo en muchas zonas sería prácticamente imposible sin la colaboración de nuestros socios regionales. En áreas afectadas por conflictos, como ciertas regiones de Siria, Welthungerhilfe precisa de la información proporcionada por colaboradores locales, dado que numerosas partes del país resultan inaccesibles para organizaciones extranjeras. “Las alianzas basadas en la confianza son fundamentales para la ayuda humanitaria”, afirma Nabaala.
En Siria, Welthungerhilfe colabora con la organización sin ánimo de lucro Shafak. Ésta nació en Turquía en 2013 y proporciona ayuda humanitaria en el país en guerra civil. Welthungerhilfe obtiene a través de Shafak información sobre las necesidades de la población. “Por ejemplo, en 2023, Shafak nos informó que en un campamento en Siria, donde residían familias que habían perdido sus hogares debido al terremoto, el sistema de alcantarillado no estaba funcionando. Gracias a esta información, pudimos implementar medidas específicas para brindar ayuda a la población local” nos cuenta Nabaala.
Promoción sostenible de la seguridad alimentaria
Como director nacional adjunto para Líbano, Siria y Turquía, Nabaala se enfrenta a numerosos conflictos. La guerra civil en Siria y las complejas crisis en Líbano constituyen grandes desafíos para Welthungerhilfe. “Sin soluciones políticas, es difícil imaginar cómo podemos lograr un cambio duradero para la población.” No obstante, Nabaala y su equipo se han propuesto grandes metas. “Queremos seguir fomentando la producción local de alimentos en Siria para prevenir la desnutrición. Asimismo, estamos intentando crear entornos de protección para la población civil.”
La seguridad alimentaria también es fundamental en el Líbano. Allí, Welthungerhilfe fomenta la agricultura sostenible, prestando especial atención a la capacitación de las mujeres. En Turquía, Welthungerhilfe contribuye a la reconstrucción tras el terremoto y presta ayuda a la población para superar el trauma causado por la catástrofe natural. La agricultura sostenible desempeñará a largo plazo un papel central en el país. Con la ayuda de socios locales, la organización pretende establecer una “agricultura positiva en términos netos”. Es decir, una agricultura que absorbe de la atmósfera más gases de efecto invernadero de los que produce.
A pesar de todos los retos, Nabaala está enormemente orgulloso de su trabajo en Welthungerhilfe. “Mi trabajo me brinda muchísimas oportunidades. Con anterioridad he trabajado en Kenia y Liberia. Cada día conozco a gente fascinante y me doy cuenta de que mi trabajo realmente cambia las cosas.”