Actúan en el anonimato: los servicios secretos alemanes

Ciberataques, sabotajes a infraestructuras y campañas para influir en la opinión pública: las amenazas de hoy se mueven entre cables, nubes y mentes. A esto se suman provocaciones como incursiones aéreas con drones y aviones de combate. Una cosa está clara: los servicios de inteligencia alemanes tienen mucho trabajo por delante. El Servicio Federal de Inteligencia (BND) se encarga del espionaje en el extranjero, la Oficina para la Protección de la Constitución (BfV) vela por la seguridad interior y el Servicio de Contrainteligencia Militar (MAD) protege a las Fuerzas Armadas. Aquí poco tiene que ver con misiones de agentes al estilo “007”. Más allá del espionaje y la lucha antiterrorista, el foco está puesto sobre todo en la inteligencia digital y la defensa frente a ataques híbridos. Y en proteger una sociedad abierta en un mundo donde la información se ha convertido en un arma.

BND: Inteligencia en un mundo inestable

Desde el inicio de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania, el BND, el servicio de inteligencia exterior alemán, lidia con fuertes turbulencias geopolíticas. “El continente vive, en el mejor de los casos, una paz fría que podría estallar en cualquier momento”, advierte Martin Jäger, director del BND. Está al frente del cargo desde mediados de septiembre de 2025 y quiere transformar el organismo para que sea aún más ágil, innovador y eficaz. El BND rastrea y analiza información del exterior —desde comunicaciones hasta datos digitales— con un objetivo clave: anticiparse a crisis políticas y posibles ataques. Es una de las principales fuentes del Gobierno alemán para entender la delicada situación en Líbano, el peso de Hezbolá y la creciente influencia de Irán en la zona. En su labor, el BND colabora con servicios de inteligencia aliados en Europa y Estados Unidos. Y sí: también actúan agentes encubiertos, aunque sus operaciones distan mucho del glamour que se ve en el cine.

BfV: protegiendo la Constitución 

Desde hace exactamente 75 años, la Oficina para la Protección de la Constitución vela por la seguridad interior. Sinan Selen, al frente del BfV desde octubre de 2025, lanza una advertencia: “La seguridad se ha ido deteriorando en la última década.” Con ayuda de analistas y confidentes, el BfV sigue de cerca los movimientos extremistas dentro del país, con especial atención a los grupos de ultraderecha, extrema izquierda y radicalismo islamista. Otro de los focos clave es detectar campañas de desinformación orquestadas por redes hostiles a través de las redes sociales. El organismo se define como un “sistema de alerta temprana de la democracia” y colabora estrechamente con plataformas digitales y otras agencias de seguridad para detectar intentos de manipulación digital antes de que surtan efecto.

MAD: contraespionaje en el ámbito militar

El Servicio de Contrainteligencia Militar tiene la misión de proteger a la Bundeswehr frente al espionaje, el extremismo y el sabotaje. También Martina Rosenberg, presidenta del MAD, expresa su preocupación: “Estamos viendo un fuerte aumento de los casos de espionaje y de operaciones híbridas. “Las acciones son cada vez más contundentes y agresivas.” En respuesta, el MAD está reforzando su operativa, que abarca desde controles de seguridad en territorio nacional hasta alianzas estratégicas con servicios de inteligencia en el extranjero. El MAD también combate ciberataques contra proyectos de defensa, el espionaje encubierto dentro de las fuerzas armadas y los intentos de influir directamente en soldados y mandos militares.