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Ubicaciones alemanas en los videojuegos

Alemania aparece en muchos videojuegos, ya sean monasterios medievales o clubes berlineses. Sobre el atractivo de los lugares reales en los videojuegos. 

Luca Rehse-KnaufLuca Rehse-Knauf, 16.08.2023
Escena de “Trüberbrook”
Escena de “Trüberbrook” © truberbrook.com

Baviera en el siglo XVI. El artista Andreas Maler intenta resolver una serie de asesinatos en el pueblo de Tassing, cerca del monasterio de Kiersau. Pero el pueblo y el monasterio nunca existieron, como tampoco lo hizo el personaje de Andreas Maler. Se trata del argumento del juego de ordenador “Pentiment”, de Josh Sawyer, director de diseño del estudio de desarrollo californiano Obsidian Entertainment.  

El hecho de que el juego suene tan realista se debe, sin embargo, a las numerosas influencias auténticas de la historia alemana. El personaje principal está inspirado en el pintor Alberto Durero, de Núremberg. La abadía del lugar inventado recuerda al monasterio de Ettal, en la Alta Baviera, y muchos de los elementos de la trama también formaron parte de la vida cotidiana en la región: los lansquenetes, personajes legendarios como Perchta, la “líder de la caza salvaje”, así como la costumbre del Johannisfeuer. 

Sawyer no es el único que ha decidido incluir lugares alemanes en un juego. Ya en 1992, “Darklands” trajo a escena la Edad Media alemana. En los últimos años, las localizaciones han seguido aumentando: el juego táctico “All Walls Must Fall” de 2018 está ambientado en los clubes nocturnos de Berlín en 2089, en una realidad alternativa en la que la Guerra Fría nunca terminó. En el juego de aventuras de 2019 “Trüberbrook”, los jugadores se encuentran en un balneario climático alemán en la década de 1960. Los nombres de los personajes, Tannhauser y Gretchen, recuerdan a figuras de Richard Wagner y Johann Wolfgang von Goethe. Y con “A Bavarian Tale”, aparece otro juego policíaco ambientado en el sur de Alemania, a principios de 2023. 

El juego “Trüberbrook” ganó el premio alemán de videojuegos en 2019.
El juego “Trüberbrook” ganó el premio alemán de videojuegos en 2019. © Obsidian Entertainment

La combinación de ficción y realidad, de entretenimiento y educación, tiene mucho potencial. Más de la mitad de los alemanes juega habitualmente a videojuegos. Josh Sawyer ve aquí una oportunidad: “Puedes integrar un escenario ficticio en un contexto histórico, contar una gran historia que además sea educativa”. No le faltan ideas para más juegos ubicados en Alemania. “Creo que el periodo de entreguerras y la República de Weimar son muy interesantes y apenas se han explorado en los juegos”. 

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