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100 años de ZF Friedrichshafen

El (casi) desconocido líder mundial de mercado de Friedrichshafen celebra su 100 aniversario.

18.08.2015
© ZF Friedrichshafen AG

Las marcas alemanas gozan de prestigio en todo el mundo. Cómo sin ser muy conocida puede una empresa también transformarse en líder mundial lo demuestra el fabricante de autopartes ZF Friedrichshafen, que en agosto de 2015 celebra sus 100 años de existencia. “Ya sean Porsche, Maserati, Volkswagen o Toyota, prácticamente no existe hoy auto en el mundo que no tenga partes de ZF Friedrichshafen”, dice Andreas Veil, portavoz de la empresa. Muy pocos automovilistas, sin embargo, saben qué relación existe entre la caja de cambios de su auto y la historia de la aerostación. 

Una mirada atrás: el 2 de julio de 1990 asciende a los cielos el primer aerostato del conde de Zeppelin, en Manzell, cerca de Friedrichshafen. Pero la técnica del “cigarro volador” está lejos de ser perfecta. Los primeros zepelines son destruidos por ráfagas de viento, los motores se descomponen y el aerostato es difícil de dirigir. En 1908 realiza el viaje inaugural el prototipo número cuatro, que vuela sin percances del lago de Constanza a Maguncia. Amarrado a tierra en Echterdingen, una tormenta provoca un fuego y lo destruye. No hay heridos.

A comienzos del siglo XX reina en Alemania un gran entusiasmo por los aerostatos. Luego del accidente de Echterdingen es organizada una gran colecta. Ese dinero será el capital inicial de la empresa Luftschiffbau Zeppelin GmbH, en Friedrichshafen. El director del departamento de investigación, Alfred Graf von Soden-Fraunhofen, contrata al ingeniero suizo Max Maag, un experto en el desarrollo de ruedas dentadas pulidas. Con su ayuda se espera solucionar los problemas técnicos de la aerostación.

De la aerostación a la fabricación de autopartes

El 20 de agosto de 1915, el ingeniero suizo y el director de Luftschiffbau Zeppelin, Alfred Colsman,  fundan la empresa independiente “Zahnradfabrik”, con sede en Friedrichshafen, la actual empresa ZF Friedrichshafen. Esta desarrolla cajas de cambio para automóviles, pero también para vehículos utilitarios y helicópteros, agrandando paulatinamente su participación en el mercado mundial. En el foco de todas sus innovaciones se halla el ahorro de combustible, luego que la crisis del petróleo de los años 1970 obligara a ello a automovilistas y fabricantes. También en el tema de la “globalización” demuestra ZF pronto su espíritu pionero: ya en 1958 abre una filial en Brasil. Con la reciente adquisición de la empresa estadounidense TRW Automotive, ZF Friedrichshafen se transformó en uno de los tres mayores abastecedores mundiales de autopartes, con 134.000 empleados en 230 filiales en 40 países.

www.zf.com

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