Pionera de la aviación

Sobre sus hombros descansa una gran responsabilidad. Como jefa de tecnología del fabricante aeronáutico europeo Airbus, Sabine Klauke no sólo dirige un equipo de 12.000 personas, sino que en cierto modo también tiene en sus manos el futuro de su empresa, y quizá incluso de todo el sector. Klauke, doctorada en ingeniería mecánica, es responsable de áreas centrales para el futuro de Airbus. Estas cuestiones giran principalmente en torno al modo en que las aeronaves podrán reducir significativamente sus emisiones en los próximos años y, en última instancia, funcionar de forma neutra para el clima.

Sabine Klauke, nacida en Aachen, Alemania, cerca de la frontera de Bélgica y de Países Bajos, estudió ingeniería mecánica en Dresde. Con su equipo, ahora podría a contribuir al impulso de la transición energética. Hasta 2035, Airbus espera lanzar al mercado un avión que funcione con hidrógeno. Según un estudio internacional, la aviación mundial es responsable del 3,5% del calentamiento global. Sabine Klauke es optimista y cree que esto podría cambiar en el futuro. "Creo que actualmente la aviación está en la mejor posición para hacer realidad los cambios que requiere la protección del clima", declaró en una entrevista al semanario Die Zeit a finales de 2021.

Además de un avión propulsado por hidrógeno, el grupo se centra en el combustible sostenible para la aviación (Sustainable Aviation Fuel, SAF). Se trata de combustibles que se producen a partir de biomasa o residuos, entre otros. En la actualidad, los aviones pueden volar hasta con un 50 % de SAF. En el futuro, el objetivo es que este porcentaje alcance el 100 %. Klauke y su equipo también estudian la utilización de alas de geometría variable, taxis aéreos e inteligencia artificial en la cabina de mando.

Sabine Klauke lleva más de 20 años en Airbus, y durante este tiempo ha trabajado en casi todas las divisiones: en atención al cliente, fabricación y producción, investigación, armamento y navegación espacial. En su opinión, la aviación seguirá siendo indispensable en el futuro. "Conecta a personas y culturas, garantiza el intercambio de bienes y la prosperidad, y eso siempre seguirá siendo importante. Por eso, no se trata de si volamos o no, sino de cómo volamos", cree firmemente Klauke.

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