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Alemania apoya a sus socios

Ya sea en la guerra de Rusia contra Ucrania, en la crisis alimentaria o en el cambio climático, el Gobierno alemán mantiene su política exterior de solidaridad incluso en tiempos de crisis.

14.12.2023
Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores, visita un campamento del PMA en Dubái.
Baerbock, ministra de Asuntos Exteriores, visita un campamento del PMA en Dubái. © picture alliance/dpa

Desde el punto de vista de Alemania, tres grandes crisis han dominado la política en 2023: la guerra de Rusia contra Ucrania, catastrófica sobre todo para Europa, la consiguiente crisis alimentaria internacional y la actual crisis climática mundial. Alemania apoya a las personas y los países afectados por las distintas crisis y colabora estrechamente con las Naciones Unidas (ONU), entre otros organismos. El Gobierno alemán interviene con la campaña “En el punto de mira”, pero también en ámbitos en los que no se fija la opinión pública mundial.

Guerra de agresión rusa contra Ucrania 

Desde su fundación, la República Federal de Alemania ha defendido el derecho de los pueblos a la autodeterminación y la inviolabilidad de las fronteras. Rusia violó estos principios, primero con su ocupación de la Crimea ucraniana y luego con su guerra de agresión contra Ucrania. Alemania está apoyando a Ucrania en la medida de sus posibilidades en su guerra de defensa, tanto militarmente como con ayuda civil a escala estatal y no estatal. Y el Gobierno no ceja en su empeño: en 2024, duplicará la ayuda militar, pasando de 4000 a 8000 millones de euros.

Crisis alimentaria mundial como consecuencia de la invasión rusa 

Ucrania, uno de los mayores productores de trigo del mundo, no pudo exportar inicialmente ningún alimento debido al ataque de Rusia. Desde que se levantó el bloqueo gracias a la presión internacional, el país al menos ha podido volver a exportar en plena guerra. A principios de 2023, el bloqueo ya había provocado una crisis alimentaria mundial. Combinada con una crisis energética y financiera, esta crisis afectó de un modo u otro a unos 1600 millones de personas en 94 países. Alemania está trabajando en muchos ámbitos a escala internacional para mitigar las consecuencias. Por ejemplo, ha financiado entregas de grano a Etiopía y ha aumentado significativamente sus contribuciones al Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Desde hace varios años es el segundo donante más importante. 

La crisis climática golpea primero a los países pobres 

Los efectos de la crisis climática afectan en primer lugar a países que no figuran entre sus principales causantes: los Estados insulares, por ejemplo, o países situados en zonas climáticas ya amenazadas por la sequía y la desertificación. Alemania persigue con determinación una transición energética internacional. Por ejemplo, la República Federal ya destinó 6300 millones de euros anuales en 2022 para financiar la adaptación climática de países emergentes y en desarrollo, tres años antes de lo prometido. El Gobierno federal fue el primer país, junto con Dubái, en poner a disposición 100 millones de dólares estadounidenses para el Fondo para Pérdidas y Daños destinado a los países pobres, al inicio de la COP28, a finales de 2023. En la COP28, el Club del Clima iniciado por el canciller federal, Olaf Scholz, también se reunió por primera vez con más de 36 países que quieren desarrollar una industria climáticamente neutra.