"Su coraje me da esperanza"

Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos: éste es el ideal formulado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. ¿Cómo es la realidad, a un año del 75 aniversario de su aprobación en 1948? Responde Luise Amtsberg, Comisaria del Gobierno Federal para Política de Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores.

Señora Amtsberg, ¿cómo valora la evolución de la situación de los derechos humanos en el mundo?

Tenemos que encarar el hecho de que la situación de los derechos humanos se está deteriorando en muchas regiones: la represión estatal aumenta, los espacios para la sociedad civil se reducen. Al mismo tiempo, hay muchos defensores de los derechos humanos que no se dejan intimidar por la violencia estatal, el encarcelamiento o la difamación. Las mujeres del movimiento de protesta en Irán, que este año también recibirán el Premio Franco-Alemán de Derechos Humanos y Sociedad Civil, son un importante ejemplo de ello. El coraje de estas personas me da esperanza.

La guerra en Ucrania, las protestas en Irán y la Copa del Mundo en Qatar están poniendo actualmente el tema de los derechos humanos en el punto de mira. ¿Es una oportunidad?

Creo que ya es un avance positivo que se hable de derechos humanos en un ámbito más amplio de la opinión pública. Es bueno e importante que la gente de aquí no sea indiferente a las condiciones en las que se construyeron los estadios en los que se está celebrando la Copa del Mundo. El reto para nosotros, como Gobierno alemán, es responder a esta evolución: dando a los derechos humanos una prioridad aún mayor en nuestra política exterior, pero también haciendo transparente dónde también estamos limitados: por ejemplo, las sanciones contra Irán no pueden aplicarse de la noche a la mañana porque requieren coordinación europea y seguridad jurídica.

¿Dónde centra actualmente Alemania su compromiso con la protección de los derechos humanos?

El sistema internacional está sometido a una presión cada vez mayor: el mundo se divide entre los países que respetan el derecho internacional y los que quieren socavarlo. Alemania está comprometida internacionalmente con el cumplimiento y la expansión del derecho internacional y las normas de derechos humanos. La política exterior feminista del Gobierno alemán, con la que reconocemos que el acceso a la participación política está desigualmente distribuido y con la que pretendemos eliminar estas estructuras de poder, también está estrechamente vinculada a la protección de los derechos humanos. Otra prioridad es proteger a los defensores de los derechos humanos en todo el mundo, también con ayuda de los programas de protección del Gobierno alemán. Deberíamos aprovechar el 25 aniversario de la Declaración de la ONU sobre los Defensores de los Derechos Humanos, en 2023, para honrar la labor de estas personas y apoyarla aún más.

¿Quiénes son sus socios más importantes?

Para mí, los socios más importantes en la lucha por los derechos humanos son los representantes de la sociedad civil, desde individuos hasta grupos locales, pasando por organizaciones no gubernamentales activas a escala internacional. Su experiencia y conocimientos deben guiar nuestras acciones. A los representantes del Sur Global, en particular, se les sigue escuchando demasiado poco. Mi papel es servir de puente entre ellos y el Gobierno alemán.

La violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más comunes en todo el mundo. ¿Cómo se puede contrarrestar esto?

La violencia contra mujeres y niños, así como la violencia sexualizada son horrendos síntomas de estructuras de poder patriarcales. Para erradicar esta pérfida forma de violencia, tenemos que llegar a las estructuras de poder subyacentes. Esto incluye pedir rendición de cuentas a los responsables, también en un ámbito internacional. Por ejemplo, el mecanismo de investigación de las violaciones de derechos humanos en la guerra de agresión rusa contra Ucrania presta especial atención a la violencia de género. Pero también en Alemania, una de cada tres mujeres sufre violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida. Para mí, como Comisaria de Derechos Humanos, es importante que la defensa de los derechos humanos en el mundo vaya siempre acompañada de una mirada autocrítica hacia adentro.

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