Ir al contenido principal

El ciudadano como soberano

El derecho de voto se considera el mayor bien de la democracia.

Michael Helge, 04.12.2019
Wahlraum
© Jens Schlueter/Getty Images

De Barack Obama proviene la ingeniosa observación de que las elecciones por sí solas no hacen la democracia. Cierto y, sin embargo: el derecho de voto está considerado como el mayor bien de la democracia. En la percepción individual de los ciudadanos, las elecciones pueden ser incluso los momentos centrales de su participación en el Estado democrático. La Ley Fundamental (Constitución) define el marco en el que tiene lugar su participación. Para el orden estatal de la República Federal de Alemania establece en primer lugar el principio de la democracia representativa. Ello significa que el pueblo no ejerce el poder estatal directamente, sino que lo transfiere a órganos elegidos: los Parlamentos. Para el Estado en su conjunto, el Parlamento es el Bundestag, en Berlín. En los 16 estados federados son los Parlamentos de los respectivos Länder (estados federados); en los distritos, ciudades y municipios son los órganos locales de autogestión. Los Parlamentos son los únicos órganos constitucionales de la República Federal de Alemania elegidos directamente por el electorado.

La democracia es gobierno temporal. En Alemania se celebran elecciones municipales cada cinco años. La composición de los Parlamentos de los Länder se decide en elecciones celebradas también en un ciclo de cinco años (con excepción de Bremen, donde las elecciones se celebran cada cuatro años). Debido al carácter federal de Alemania, los 16 Länder tienen una considerable autonomía, especialmente en materia de Policía, Justicia, educación y cultura, lo que da a los Parlamentos de los Länder un margen de acción relevante y ofrece una amplia gama de oportunidades para su participación política a nivel federal.

El Bundestag, en Berlín, es elegido cada cuatro años por los ciudadanos con derecho de sufragio a partir de los 18 años de edad en elecciones libres, secretas y directas. La participación electoral en las elecciones para el Bundestag es tradicionalmente alta y considerable según los estándares internacionales, pero ha tendido a disminuir desde la década de 1970. En 2017, el 76,2 por ciento de 61,5 millones de votantes emitió su voto; en 1972 había sido el 91,1 por ciento.

El Bundestag es elegido según un sistema proporcional personalizado ligeramente modificado, en el que la mitad de los al menos 598 escaños se asignan mediante la elección de personas en 299 circunscripciones (primeros votos), mientras que los otros proceden de las listas de los partidos políticos a ­nivel de Land (segundos votos). En términos concretos, ello significa que cada votante emite dos ­votos el día de la elección. El primer voto es para el candidato de un partido en su circunscripción, el segundo voto es para la lista de un partido político. La base para el número de escaños en el Bundestag son los segundos votos. A través de mandatos “excedentarios y compensatorios”, el número de diputados puede aumentar (significativamente). El actual Bundestag es, con 709, miembros el mayor en la historia de la República Federal de Alemania.

Algunas cifras: desde su primera sesión, el 7 de septiembre de 1949 en Bonn, hasta septiembre de 2019, el Bundestag se reunió 4.215 veces. El tiempo total de sesiones fue de 29.104 horas y los discursos pronunciados durante esas sesiones ocupan 345.520 páginas de informes estenográficos. Un total de 4.072 diputados entraron y salieron. Aprobaron 64.078 leyes. La legislación es, junto con la elección del canciller federal, la tarea central del Parlamento, que se define a sí mismo como un “Parlamento de trabajo”.

El sistema de representación proporcional personalizada también define el carácter del Parlamento, porque los partidos más pequeños están representados proporcionalmente a sus resultados electorales. El sistema electoral dificulta que un partido político forme Gobierno solo, por lo que la norma en Alemania es una unión de partidos. Con solo una excepción, el Gobierno federal ha estado formado desde 1949 por coaliciones de varios partidos. Para evitar una fragmentación de la representación política en el Parlamento y facilitar la formación de Gobierno, los partidos deben haber obtenido por lo menos el cinco por ciento de los votos emitidos (o tres mandatos ­directos) para poder estar representados en el Bundestag. Siete partidos conforman hoy el XIX Bundestag alemán: CDU, CSU, SPD, AfD, FDP, La Izquierda y Alianza 90/Los Verdes.

Los partidos políticos ocupan una posición clave en el sistema electoral alemán. La Ley Fundamental les asigna la tarea de participar en la formación de la voluntad política del pueblo. El nombramiento de candidatos para funciones políticas y la organización de campañas electorales ­tienen, por lo tanto, el rango de tarea constitucional. La organización interna de los partidos políticos debe basarse en principios democráticos y los partidos deben comprometerse con la defensa del Estado democrático. Los partidos políticos que por sus fines o por el comportamiento de sus ­adherentes tiendan a desvirtuar o eliminar el ­régimen fundamental de libertad y democracia pueden ser prohibidos a petición del Gobierno federal. Sin embargo, la prohibición en sí misma sólo puede ser ­pronunciada por la Corte Constitucional Federal.

Aunque los partidos políticos siguen siendo expresiones esenciales de la sociedad, los partidos tradicionales CDU y SPD, sobre todo, pierden desde hace años miembros y cohesión. Los partidos más pequeños adquieren un mayor atractivo y los medios sociales de comunicación se tornan cada vez más importantes como plataformas para nuevas formas de articulación y acción política. Además, muchos ciudadanos desean tener más oportunidades de participación a través de elementos plebiscitarios de democracia directa.

© www.deutschland.de

¿Desea recibir regularmente información sobre Alemania? Suscríbase aquí al boletín informativo