Ir al contenido principal

Vigilando fronteras en el desierto

Patrullas diarias, enormes distancias, alojarse en contenedores: la vida cotidiana de la misión de observación de la ONU en el Sahara Occidental.

13.02.2018
El capitán Tobias Radon durante su misión en el Sahara Occidental.
El capitán Tobias Radon durante su misión en el Sahara Occidental. © Lukas Gruber

El capitán Tobias Radon estuvo estacionado seis meses en la pequeña localidad de Agwanit, en el Sahara Occidental. Como miembro de la misión de observación de la ONU MINURSO, vigiló la línea de demarcación en un área que reclaman tanto Marruecos como el movimiento independentista Frente Polisario.

Sr. Radon, usted estuvo estacionado en un puesto de avanzada. ¿Cómo es la vida allí?

Se vive en un “team site” (puesto de equipo), en contenedores. Hay nueve “team sites”, a lo largo del “Berm”, un muro en el desierto construido por Marruecos, de mil kilómetros de largo. Cada “team site” vigila un área a lo largo del muro. Vivimos junto con una docena de observadores militares. Cada uno vive en un contenedor propio. Además, hay contenedores comunes para comer y para las oficinas.

Dieses YouTube-Video kann in einem neuen Tab abgespielt werden

YouTube öffnen

Contenido de terceros

Utilizamos YouTube para incorporar contenido que puede recopilar datos sobre tu actividad. Por favor, revisa los detalles y acepta el servicio para ver este contenido.

Abrir declaración de consentimiento

Piwik is not available or is blocked. Please check your adblocker settings.

Está muy lejos de todo…

El “team site” más próximo se halla a 160 kilómetros de distancia. Se puede llegar a él solo atravesando las arenas del desierto. Llegar hasta el cuartel general lleva 16 horas en auto. Cada cuatro a seis semanas viene un camión que trae diésel. Todos los repuestos, cada tornillo, debe venir de afuera.

Somos los ojos in situ y creamos los requisitos para que los intermediadores puedan hacer su trabajo.
El capitán Tobias Radon sobre la misión de observación MINURSO

¿Cuáles son las tareas de un observador militar?

Salimos del puesto todos los días en equipos –cuatro soldados, en dos jeeps, para poder ayudarse mutuamente en caso de que uno se quede atascado. La ruta es definida con ayuda de un planificador GPS y no debe abandonarse, porque el área está fuertemente minada.

Atascado en la arena del desierto: rutas pavimentadas no hay.
Atascado en la arena del desierto: rutas pavimentadas no hay. © Tobias Radon

¿Luego observar que todo esté tranquilo?

Vigilamos la observancia de los tres acuerdos militares que Marruecos y el Polisario firmaron con la ONU. Ambas partes los respetan, la situación es actualmente estable.

¿Quizá demasiado tranquila? La misión existe desde 1991, una solución del conflicto no está a la vista…

La operación está compuesta por una vía política y una vía militar. Somos los ojos in situ y creamos los requisitos para que los intermediadores puedan hacer su trabajo. Desde nuestro punto de vista, la operación es exitosa.

¿Cuáles fueron los mayores peligros para usted en MINURSO?

Minas y víboras. De ambas hay muchas.

No es monótona la vida en el desierto?

Practiqué mucho deporte con mis camaradas. Jugamos al voleibol de playa o nos contamos cosas de nuestros países de origen. Para mí fue un tiempo interesante y positivo.

La patrulla hace una pausa.
La patrulla hace una pausa. © Tobias Radon

Entrevista: Friederike Bauer

© www.deutschland.de