Aprender alemán: así lo consiguieron
Un nuevo idioma, un nuevo país. Ellas aceptaron el reto: tres influencers nos cuentan sus experiencias.

Layla: Aprender alemán con un reality show
Layla habla inglés, español, hebreo y su idioma materno, árabe. En 2023, a los 17 años, se mudó a Alemania sin saber ni una palabra de alemán; hoy lo habla con fluidez. Comparte sus experiencias de aprendizaje con más de 500 000 seguidores y seguidoras en las redes sociales. Su lema: un curso por sí solo no basta. Si quieres hablar realmente bien, tienes que vivir el alemán en la vida cotidiana: cambiar el idioma del móvil, mantener conversaciones, ver series. Sobre todo le ayudan los reality shows, dice: “El lenguaje que utilizan es exactamente el lenguaje cotidiano desenfadado que realmente quieres dominar”. También habla abiertamente de las dificultades al empezar: por ejemplo, no siempre le resultó fácil establecer contactos. Aún así, está “muy contenta con su decisión” y quiere quedarse.
Lara: no es su lengua materna, pero sí la de su corazón
El alemán no es su lengua materna, pero mucha gente no la cree. Nació en una pequeña ciudad de Moldavia, creció hablando rumano y más tarde emigró al norte de Italia. Cuando terminó el bachillerato, quiso marcharse. “Me enteré de que en Alemania se puede estudiar casi gratis”, explica en un vídeo de YouTube. Llegó a Friburgo a finales de 2016 y tomó una decisión: “Quería vivir en este país y sentirme como en casa”. ¿Qué le gusta de Alemania? El idioma como medio de expresión preciso, la cultura de la planificación, el senderismo, el café con tarta de los domingos. Hoy, incluso piensa y sueña en alemán. “Después de casi ocho años en Alemania, me siento en casa, aceptada y valorada”.
Manu: el día a día con humor
Manu es argentina, pero Múnich es su hogar desde hace seis años. Esta estudiante muestra en las redes sociales cómo es la vida entre dos culturas y lo hace con mucho humor y franqueza. Por ejemplo, habla de su ardua búsqueda de un nuevo hogar: “Buscar piso en Alemania me tuvo de mal humor durante un mes y medio hasta que por fin encontré uno”. Ya se trate de nuevos conocimientos mientras aprende alemán, de encuentros divertidos, de la burocracia alemana o de experimentos culinarios, Manu comparte su vida cotidiana con sus seguidores y les cuenta lo que le gusta de Alemania y lo que no es tan fácil. Ya habla muy bien alemán y mezcla español y alemán con una pizca de ironía, lo que da lugar a un gracioso cóctel lingüístico.