Dialectos: cuando ni siquiera los alemanes entienden el alemán
Alemania es un país con un solo idioma, pero con muchas y muy diferentes formas regionales. Una introducción.
Cualquiera que viaje por Alemania notará las diferencias regionales de la lengua alemana desde el primer “hola”. En Hamburgo, te saludarán a cualquier hora del día con un “Moin!”, que en realidad significa “buenos días”. En Baviera, te recibirán con “Grüß Gott!” o “Servus”, mientras que de vez en cuando también podrás escuchar un “Guten Tag” más formal.
Si pides un “Semmel” en una pastelería berlinesa, probablemente no te darán nada. Ya que el panecillo, llamado “Brötchen” en alto alemán, prácticamente solo se llama “Semmel” en Baviera; en la capital alemana y en Brandeburgo se llama “Schrippe”. Pero también hay “Weckle”, “Rundstücke” y “Laablas”. ¡Bienvenido al mundo de los dialectos alemanes!
Se hablan desde el Mar del Norte hasta los Alpes, caracterizan las identidades regionales y a menudo suenan tan diferentes que incluso los hablantes nativos se quedan perplejos. Pero, ¿cómo surgió esta diversidad y cómo es en la actualidad?
Un sistema lingüístico propio con historia
Un dialecto es mucho más que un simple conjunto de expresiones regionales: forma un sistema lingüístico independiente que se ha desarrollado a lo largo de los siglos, con reglas, gramática, vocabulario y una entonación característica. Alemania estuvo dividida durante mucho tiempo en pequeños principados, reinos y ciudades-estado independientes. La escasa movilidad de la población propició el desarrollo de dialectos en estos pequeños estados, que aún hoy refuerzan el sentimiento regional de pertenencia.
No fue hasta principios de la Edad Moderna cuando se desarrolló gradualmente el idioma alemán estándar; al principio solo por escrito. Hoy en día, este alto alemán ampliamente estandarizado es la norma común en la enseñanza, los medios de comunicación y los actos oficiales.
Principalmente hablado en el campo
En general, los dialectos están disminuyendo, sobre todo en las grandes ciudades alemanas. En estados federados como Baviera, Baden-Wurtemberg o Sajonia, sin embargo, pueden suponer un reto para los extranjeros. Pero: la mayoría de los lugareños pasan del dialecto al alemán estándar sin problemas.