Desde alabar árboles hasta cantar a cambio de embutidos: tradiciones navideñas regionales

La Navidad se celebra en todo el país, pero en cada lugar de una forma distinta. Desde los Alpes hasta la costa, cada región de Alemania mantiene vivas sus propias tradiciones navideñas, entre la devoción, la alegría y antiguas supersticiones. Una selección de tradiciones especiales.

• Alabanza al árbol de Navidad en Baviera: vecinos y amigos se pasan sin avisar, elogian con entusiasmo el árbol de Navidad y, como dicta la costumbre, se llevan un chupito de premio.
• Día de Santa Bárbara en el sur de Alemania: el 4 de diciembre, muchas personas en el sur de Alemania cortan ramas de árboles frutales y las colocan en un lugar cálido. Que las ramas de Santa Bárbara florezcan en Nochebuena se considera un buen presagio para el año nuevo.

• Christkindlschießen (disparos del Niño Jesús) en Berchtesgadener Land: surgida de antiguas costumbres paganas, esta tradición del siglo XIX hace retumbar el valle con potentes salvas de trabucos. Entre montañas cubiertas de nieve, los disparos resuenan con fuerza para ahuyentar las sombras del invierno.
• Wurstsingen  (cantar por embutidos) en Sauerland: el segundo día de Navidad, grupos de jóvenes recorren el pueblo cantando de puerta en puerta y pidiendo algo a cambio… como embutidos, por ejemplo. Después, subastan todo lo recolectado con fines benéficos.
• Desfiles mineros en los Montes Metálicos (Erzgebirge): con sus trajes tradicionales de mineros, los participantes en estos desfiles festivos evocan el pasado minero de la región y envuelven las calles en un ambiente de luz y música.

• Lanzamiento de árboles de Navidad en Hamburgo: desde 1997, esta curiosa iniciativa lleva abetos a los marineros… lanzándolos por la borda. Se trata de un gesto de agradecimiento para las tripulaciones que pasan las fiestas lejos de sus familias.
• Lüttenweihnachten(dialecto alemán “Navidad para los pequeños”) en Rügen: A lo largo de caminos y bosques, los vecinos de la zona plantan pequeños abetos y los decoran, no con espumillón, sino con alimentos: manzanas, zanahorias, guirnaldas de semillas o heno. Una forma tradicional de celebrar la “Lüttenweihnachten” con los animales salvajes como protagonistas.