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Al campo

La cooperativa de Fráncfort Die Kooperative suministra verduras ecológicas a los habitantes de la ciudad y les anima a salir ellos mismos al campo. 

Kim BergKim Berg , 17.06.2025
Los alimentos regionales acaban en la caja de la cosecha.
Los alimentos regionales acaban en la caja de la cosecha. © Die Kooperative

Entre invernaderos, campos de hortalizas y nuevos edificios del barrio Oberrad de Fráncfort se encuentra el terreno de la Kooperative. Si vienes por aquí, no verás una granja ecológica tradicional, sino un animado proyecto comunitario: campos cultivados por la cooperativa y parcelas para jardineras y jardineros aficionados. La bicicleta de carga sale con regularidad transportando cajas llenas de verduras que se distribuyen en Fráncfort del Meno y sus alrededores. 

La Kooperative se fundó en 2018. “Los dos fundadores querían crear una estructura en la que la gente de la ciudad pudiera alimentarse de forma sencilla, sostenible y con productos locales”, dice Karolin Munte, directora de la cooperativa. 

De temporada y de proximidad: el concepto de la caja de cosecha 

El núcleo del proyecto es la llamada caja de la cosecha: una entrega semanal de verduras ecológicas de temporada complementadas, si así se desea, con fruta, miel, pan, huevos o zumo. La Kooperative abastece así a unos 400 hogares. Los alimentos proceden de sus propias tierras y animales, así como de explotaciones asociadas de la región. 

Su contenido no depende de las preferencias de los socios. “No se pueden escoger las verduras. La caja contiene lo que está maduro en ese momento”, explica Munte. Disponemos el surtido de forma que sea fácilmente abarcable con la vista: “Queremos que los alimentos se perciban de nuevo como algo especial y que la gente entienda que no crecen en el supermercado. En lugar de variedad en las estanterías, apostamos por la temporalidad”. La paciencia también tiene su recompensa en lo que respecta al sabor: “Si solo comes tomates en su temporada, su sabor es completamente diferente”, dice Munte. 

Lo que no se necesita no se desperdicia. Para evitar el desperdicio de alimentos, la Kooperative intenta ajustar con precisión las cantidades cosechadas a las necesidades de los clientes. Si aún así sobra algo, se reparte, por ejemplo a través de la plataforma Foodsharing. 

La Kooperative planta verduras ecológicas regionales en los invernaderos de su granja urbana.
La Kooperative planta verduras ecológicas regionales en los invernaderos de su granja urbana. © Die Kooperative

Las parcelas propias fomentan la comunidad 

Además de recibir la caja de la cosecha, los socios también pueden participar activamente, por ejemplo alquilando una parcela. Se plantan conjuntamente en primavera y después cada uno se responsabiliza del cuidado y la cosecha. “Al principio damos consejos sobre la plantación y también proporcionamos apoyo durante la temporada, ya sea a través de nuestro equipo de jardineros o de otros miembros que llevan tiempo participando”, dice Munte.  

La idea no es solo la educación ecológica, sino también la conexión: “Intentamos crear estructuras sociales donde la gente pueda conocerse, implicarse y aprender unos de otros”.