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“El idioma es la puerta de entrada a la integración”

¿Cómo se logra una buena integración? ¿Y cómo se combaten los prejuicios hacia los migrantes? Las respuestas las da Natalie Pawlik, responsable de Integración del Gobierno federal. 

Wolf ZinnInterview: Wolf Zinn , 01.10.2025
Natalie Pawlik
Natalie Pawlik © Natalie Pawlik

¿Qué entiende usted por una integración exitosa?
Para mí, la integración es un éxito cuando las personas pueden participar plenamente en la sociedad y, además, lo hacen: en su barrio, en el trabajo o en el club deportivo. Por eso la integración no concierne solo a los inmigrantes, sino a los 83 millones de personas que viven en Alemania. La integración desde el primer momento –para todos, tanto si han emigrado como si han nacido aquí– es la clave para lograr una participación real y un arraigo en la sociedad. 

 

¿Cuáles son sus principales objetivos como responsable de Integración?
Mis principales objetivos son garantizar la igualdad de oportunidades para que cada persona pueda construir su propia vida y reforzar la cohesión social. Quiero contribuir a que la integración sea una realidad. Y eso es fundamental, sobre todo ante la creciente polarización que vive nuestra sociedad. Soy muy consciente de los retos a los que se enfrentan los municipios desde hace años, y tenemos que dar respuesta a los problemas que ya existen. Al mismo tiempo, no podemos perder de vista las oportunidades y los aspectos positivos que conllevan la diversidad y la inmigración.  

 

¿Qué papel juega el aprendizaje del idioma y cómo piensa reforzar los recursos accesibles para aprender alemán?
El idioma es la puerta de entrada a la integración. Quien vive o crece aquí debe poder comunicarse en alemán. Por eso he apostado firmemente por aumentar la inversión en cursos de integración y de alemán profesional dentro del presupuesto federal, ampliar el acceso a estas formaciones y garantizar una buena oferta de aprendizaje del idioma en todas las regiones del país. También vamos a poner en marcha un ambicioso programa de oportunidades desde la infancia, con una inversión de miles de millones, centrado en las guarderías y con especial atención al aprendizaje del idioma por parte de todos los niños. 

 

El Gobierno federal quiere, por un lado, frenar la migración irregular y, por otro, reforzar la llegada de trabajadores cualificados. ¿Es una contradicción?
No, en absoluto. Son dos caras de la misma moneda: queremos que la migración esté regulada y bien gestionada. Alemania necesita más profesionales cualificados, también del extranjero, para poder garantizar su bienestar en el futuro. Para ello, hemos mejorado la Ley de Inmigración de Profesionales Cualificados, estamos poniendo en marcha la agencia “Work and Stay” y queremos que los títulos obtenidos en el extranjero se reconozcan de forma más ágil y eficaz. Defendemos el papel de Alemania como país de inmigración y el derecho fundamental al asilo. Pero eso también implica que las personas cuyo procedimiento de asilo no les otorga un estatus de protección en Alemania deben ser repatriadas de forma consecuente. 

 

¿Qué les diría a quienes asocian la migración sobre todo con miedo, preocupación y desconfianza?
Entiendo que haya preocupación cuando los barrios cambian, los titulares hablan constantemente de migración irregular o algunos solicitantes de asilo cometen delitos graves. Por eso insisto: por supuesto, todo el mundo debe respetar la ley, cualquier delito se investiga, y es fundamental saber quién entra en el país. Pero también quiero dejar claro lo siguiente: Alemania siempre ha sido un país de inmigración, y eso es parte de lo que la ha hecho fuerte en el centro de Europa. Prácticamente todas las familias alemanas tienen alguna historia de migración o de huida en generaciones pasadas. Sin inmigración, nuestra sociedad sería más pobre, más pequeña y más envejecida. La inmigración genera empleo, impulsa el crecimiento y asegura el futuro en muchas regiones del país.

Natalie Pawlik, nacida en 1992 en Wostok (Rusia), es diputada del Bundestag por el SPD desde octubre de 2021 y, desde mayo de 2025, secretaria de Estado y responsable del Gobierno federal para Migración, Refugiados, Integración y lucha contra el racismo.