Alemania: un país de inmigración con reglas más claras
El nuevo Gobierno federal busca reducir la migración irregular de forma notable, acelerar procedimientos y, al mismo tiempo, promover específicamente la inmigración de personal cualificado.

La migración es una parte integral de la historia de la posguerra alemana. Durante las décadas de 1950 y 1960, los trabajadores extranjeros contratados de Italia, Turquía y muchos otros países contribuyeron de forma determinante a mejorar la situación en Alemania. Más tarde, la recepción de refugiados que escapaban de las guerras de los Balcanes, de Oriente Próximo o África marcó cada vez más la sociedad. En el año 2024, en Alemania vivían 25,2 millones de personas con trasfondo migratorio en una población con un total aproximado de 83 millones de personas. Poco más del 63 % de todas las personas con trasfondo migratorio ha migrado al país por su cuenta, mientras que casi un 37 % nació en Alemania.

¿Cómo ha superado Alemania los retos de la migración?
El verano del año 2015 marcó un corte en este sentido: la canciller federal de aquel entonces Angela Merkel decidió no cerrar las fronteras a miles de refugiados que buscaban llegar a Alemania a través de Hungría. La frase pronunciada por Merkel en este contexto y que aun en la actualidad despierta controversia fue “Lo lograremos”. Esto se convirtió en el símbolo de una política de apertura combinada con números de refugiados con un aumento notable.

Hoy en día, diez años después, se observa una imagen diferente. Por un lado, Alemania realmente ha logrado mucho. La gran mayoría de los refugiados se ha integrado, ha aprendido alemán, ha encontrado vivienda y empleo. Alrededor de un quinto de las personas que llegaban buscando protección (aprox. 180 000 personas) ha obtenido la ciudadanía alemana. De acuerdo con el Instituto de Investigación del Mercado Laboral y de Profesiones (IAB), en 2024, alrededor de un 64 % de los refugiados llegados a Alemania en 2015 tenían un empleo y muchos de ellos a tiempo completo en un puesto formal. De este modo, el valor se halla apenas por debajo de la tasa de empleo en Alemania del 70 %.
Por otro lado, el nivel creciente de migración también ha implicado importantes retos: un porcentaje considerable de refugiados depende de ayudas estatales. Los municipios, las autoridades y diferentes oficinas se quejan por la escasez de recursos y la sobrecarga. En muchas escuelas, la mayoría de los niños tiene trasfondo migratorio y muchas veces un nivel de alemán bajo.
La población está dividida en este asunto. En las encuestas, muchas personas consideran que el alto nivel de migración irregular se encuentra en niveles excesivos y preferirían que se limite de forma ordenada. No todas las personas consideran que las diferencias culturales enriquecen su día a día. En muchos casos, incluso, se sienten amenazadas y le temen a la falta de integración y al aumento de la delincuencia y del terrorismo. Al mismo tiempo, una mayoría se expresa a favor de simplificar la migración regular de personal cualificado. De esta manera, la migración aparece como preocupación y esperanza.
¿Qué orientación sigue el nuevo Gobierno federal en materia de política migratoria?
El Gobierno dirigido por el canciller federal Friedrich Merz saca sus conclusiones a partir de las experiencias de las últimas décadas. “Alemania es un país de inmigración. Esto ha sido así, es así y continuará siendo así”, destaca Merz. Sin embargo, la intención es que las condiciones y reglas sean más claras y rigurosas. El ministro del Interior Alexander Dobrindt explica cómo es el enfoque: “Somos un país abierto al mundo. A aquellas personas que quieren realizar trabajos cualificados aquí, les ofrecemos perspectivas a largo plazo. A quienes sufren persecución, les ofrecemos protección permanente. La ayuda humanitaria y el orden implican controlar y limitar en igual medida la afluencia a Alemania”.

El cambio de rumbo se observa en un gran número de modificaciones concretas y proyectos políticos:
- los controles de fronteras y las devoluciones de las personas a las fronteras se continuarán utilizando de forma coordinada con los vecinos europeos como un instrumento flexible que se aplique hasta que entre en funcionamiento el nuevo Sistema Europeo Común de Asilo (SECA) y la protección de las fronteras exteriores de la UE.
- Por deseo del Gobierno federal, se buscará que la lista de países de procedencia seguros se amplíe por decreto (sin la aprobación previa del Bundesrat que se necesitaba hasta ahora), en primer lugar, con Argelia, India, Marruecos y Túnez. Sin embargo, este cambio se está discutiendo hoy en día en el Bundestag.
- En el mes de julio de 2025, la reagrupación familiar de las personas con protección subsidiaria, es decir de los familiares de aquellas personas que no cumplen con todos los requisitos para considerarse refugiados, pero que no pueden enviarse a sus países por motivos humanitarios, se suspendió por dos años.
- Asimismo, se busca suspender también el derecho de naturalización acelerada tras tres años y solo las personas que estén viviendo en Alemania de forma permanente y legal, como mínimo, desde hace cinco años tendrán la posibilidad de naturalizarse. El proyecto de ley respectivo se está debatiendo actualmente en la Comisión de Asuntos Internos del Bundestag.
- Además, se buscará acelerar las deportaciones de solicitantes de asilo que hayan sido rechazados. Ya en el año 2024 se deportaron más de 20 000 personas. Un número notablemente superior al de los años anteriores. Las personas que hayan cometido delitos serán deportadas de forma consecuente.
- Al mismo tiempo, se intentará reforzar la inmigración regular de personal cualificado con una agencia digital centralizada “Work and Stay” para acelerar y simplificar el procedimiento.
Disposiciones especiales para países balcánicos occidentales y responsabilidad europea
Con las disposiciones especiales para países balcánicos, se buscará permitir la migración laboral legal de ciudadanos de Albania, Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Montenegro, Macedonia del Norte y Serbia a Alemania y aliviar, así, el sistema de asilo. La nueva coalición de Gobierno tiene previsto volver a reducir a la mitad el contingente respectivo a 25 000 personas por año.
Asimismo, la dimensión europea desempeña un papel central. La reforma del Sistema Europeo Común de Asilo (SECA) prevé un procedimiento uniforme en las fronteras exteriores de la UE a partir de 2026: desde el registro y los procesos acelerados hasta la repatriación. El Gobierno federal está considerando, incluso, una “solución de un tercer Estado” que permitiría una reubicación de los procedimientos de asilo en países fuera de la UE.
En pocas palabras, la nueva línea promueve una mayor protección de las fronteras exteriores, una cooperación más cercana con países de procedencia y tránsito, y una mayor severidad en la condena de traficantes.

Demanda urgente de personal cualificado
A pesar de todos los esfuerzos por reducir la migración irregular, Alemania continúa promoviendo la inmigración legal de personal cualificado. La transición demográfica intensifica la presión: ya en la actualidad hay un gran número de ámbitos (enfermería, artesanado, IT) en los que se necesitan cientos de miles de trabajadores cualificados. Según las estimaciones del Instituto de Investigación del Mercado Laboral y de Profesiones (IAB), Alemania precisa alrededor de 400 000 inmigrantes por año que se queden en el país de forma permanente para estabilizar su mercado laboral.
Con este fin, el Gobierno federal está impulsando nuevas sociedades con terceros países, la simplificación de procedimientos y una mejor interacción entre idioma, formación y empleo. En síntesis, Alemania continúa siendo un país de inmigración, pero con reglas más claras.