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Simplemente acercarse a la gente

En Berlín, las "madres de barrio" apoyan a familias de inmigrantes - y hacen a la vez algo por su propio bien.

13.04.2017
© Diakoniegemeinschaft Bethania gGmbH

Alemania. Es una familia con muchas madres: más de 500 para ser exactos. Es el número de mujeres que han sido capacitadas desde 2016 gracias a la iniciativa "Kiezmütter” (madres de barrio). Son mujeres que apoyan a inmigrantes en Berlín en su proceso de integración. Les ayudan a inscribir a sus hijos en la escuela, a encontrar médicos o a realizar trámites. Y se refuerzan mutuamente. "Somos una gran familia", resalta Shiva Saber Fattahy, creadora de la idea.

Todo comenzó en el distrito de Berlín Mitte, Berlín, barrio de Moabit, donde viven muchas personas de origen inmigrante y refugiados. Suelen tener dificultades para organizar su vida cotidiana - porque no conocen las ofertas existentes y los procedimientos, o porque no saben bien alemán. Aquí entran en juego las madres de barrio. Se acercan a las familias y suelen ganar pronto su confianza. Son mujeres que han tenido una experiencia migratoria similar y son originarias de los mismos países que las personas a las que atienden: de Irán, Afganistán, Siria, Irak o Sri Lanka. "Todas las lenguas que se hablan en Moabit también están representadas en las madres de barrio", dice Saber Fattahy, que llegó un día a Alemania desde Irán.

Capacitación con curso de informática

Las madres de barrio no esperan que las familias vengan a ellas sino que se acercan a las familias. ¿Son siempre recibidas de brazos abiertos? Los hombres tienen a veces sus dudas cuando una madre de barrio intenta contactar a su familia, dice Saber Fattahy. "Pero en general pronto se dan cuenta de que ellas quieren simplemente ayudarles y su iniciativa no tiene ninguna intención política o religiosa."

 

Entretanto ya hay madres de barrio recorriendo otros distritos de Berlín. Una fundación y la Agencia Federal de Empleo de Alemania apoyan la iniciativa, para que las madres de barrio reciban también una remuneración por su trabajo. Para ello tienen que realizar una capacitación de seis a nueve meses, que incluye clases de idiomas, formación en informática, conocimientos de educación y nutrición, así como una visión general de las ofertas de la ciudad, datos que más tarde facilitan a las familias. Para cumplir los requisitos de madre de barrio deben hacer una práctica de cuatro semanas, por ejemplo en un jardín de infancia o un consultorio médico.

"El trabajo es también un beneficio para las propias mujeres", opina Saber Fattahy. Muchas veces logran así encontrar nuevos caminos para su vida. Por eso, la iniciativa desea seguir capacitando entre 20 y 40 mujeres al año. Saber Fattahy tiene un sueño: que la madre de barrio algún día sea una profesión oficialmente reconocida.

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