Ir al contenido principal

Dar forma a la convivencia desde la arquitectura

Los arquitectos y arquitectas alemanes diseñan obras de referencia en todo el mundo, combinando la herencia de la Bauhaus, la creatividad sofisticada y el compromiso social. 

Wolf ZinnWolf Zinn , 16.07.2025
Museo Brandhorst en Múnich, diseñado por el estudio de arquitectura Sauerbruch Hutton
Museo Brandhorst en Múnich, diseñado por el estudio de arquitectura Sauerbruch Hutton © pa/Werner Dieterich

Diseñan estaciones en Stuttgart, construcciones de madera en Sevilla, fábricas en Hungría o casas de adobe en Bangladés – la arquitectura alemana deja huella por todo el mundo. Sus obras suelen destacar por una estética clara y sobria, aunque a veces también resultan espectaculares e icónicas. 

La idea de la mesura 

La arquitectura alemana cuenta con una larga tradición. Karl Friedrich Schinkel diseñó en el siglo XIX la Academia de Arquitectura de Berlín como modelo de sociedad ilustrada, dejando una fuerte impronta en el clasicismo alemán con edificios como el Konzerthaus o el Museo Antiguo, y está considerado uno de los grandes pioneros del modernismo.  

Karl Friedrich Schinkel diseñó en Berlín, entre otras obras, la Konzerthaus.
Karl Friedrich Schinkel diseñó en Berlín, entre otras obras, la Konzerthaus. © iStock

En los años 20, Bruno Taut marcó un hito en la vivienda social apostando por un diseño cuidado y el uso de colores vivos.  

La Hufeisensiedlung de Bruno Taut en Berlín-Neukölln
La Hufeisensiedlung de Bruno Taut en Berlín-Neukölln © pa/Jürgen Henkelmann

Con la Bauhaus, el pensamiento se convirtió en método: Walter Gropius abogó por una nueva síntesis entre técnica, artesanía y arte, y defendió la arquitectura como una tarea al servicio de la sociedad.  

Bauhaus en Dessau, Walter Gropius
Bauhaus en Dessau, Walter Gropius © picture alliance / imageBROKER

Ludwig Mies van der Rohe, sucesor de Gropius como director de la Bauhaus, resumió el programa en una fórmula: “Menos es más”. Su Pabellón de Barcelona de 1929 está considerado un manifiesto de la radicalidad minimalista. Hasta hoy, la Bauhaus sigue marcando proyectos arquitectónicos en todo el mundo.  

Mies van der Rohe: pabellón de Barcelona, 1929
Mies van der Rohe: pabellón de Barcelona, 1929 © pa/Moritz Wolf

Arquitectura con aspiraciones 

Unos 140 000 arquitectos y arquitectas alemanes facturan cada año cerca de 14 000 millones de euros, ya sea por cuenta propia o desde grandes estudios con oficinas internacionales y cientos de empleados. Cada día, y con mucha pasión, mantienen viva la arquitectura contemporánea, casi siempre de forma discreta y sin buscar protagonismo.  

Cuando Helmut Jahn terminó la Torre de la Feria de Fráncfort a principios de los años noventa, algunos hablaron de un nuevo orgullo en la Alemania reunificada. Jahn definía su estilo como “high-tech romántico”: una mezcla de audacia técnica y cierto patetismo urbanístico. Su Sony Center en Potsdamer Platz sigue siendo hoy un símbolo de la apertura de Berlín al mundo. 

Helmut Jahn, Sony Center en Potsdamer Platz, Berlín
Helmut Jahn, Sony Center en Potsdamer Platz, Berlín © iStock

Cuando se inauguró en 2001 el Museo Judío de Berlín, Daniel Libeskind dejó una huella arquitectónica de la memoria que no pretende edulcorar la historia: espacios vacíos, ángulos abruptos, geometrías que desconciertan.  

Daniel Libeskind, Museo Judío de Berlín
Daniel Libeskind, Museo Judío de Berlín © iStock

De la mística a la funcionalidad 

Por su parte, en 1968 Gottfried Böhm levantó en Neviges una iglesia de peregrinación con una arquitectura de hormigón casi escultórica y con un punto de misticismo. “Un edificio es, para el ser humano, espacio y marco de su dignidad”, decía Böhm. 

Catedral de peregrinación de Neviges, de Gottfried Böhm
Catedral de peregrinación de Neviges, de Gottfried Böhm © picture alliance / blickwinkel/H. Blossey

Christoph Ingenhoven también apuesta por una arquitectura con valores: sostenible, precisa y centrada en la construcción de rascacielos, como los que ha diseñado en Tokio, Osaka o Sídney. El complejo “Marina One” de Singapur, terminado en 2017 y con 400 000 metros cuadrados, es una especie de jardín urbano en vertical. La estación central de Stuttgart, que Ingenhoven está transformando, recuerda a un paisaje singular con sus grandes estructuras de hormigón en voladizo. 

“Marina One” en Singapur, Christoph Ingenhoven
“Marina One” en Singapur, Christoph Ingenhoven © ingenhoven architects / HGEsch

Ideas para el futuro 

Cada vez más, la arquitectura deja de centrarse solo en la forma para poner el foco en la responsabilidad. El estudio Sauerbruch Hutton demuestra con el Museo Brandhorst de Múnich o la Agencia Federal de Medio Ambiente en Dessau que sostenibilidad y creatividad no están reñidas. Para Louisa Hutton, es fundamental integrar las cuestiones energéticas “en una visión arquitectónica global y abordarlas también desde el diseño”. 

Agencia Federal de Medio Ambiente en Dessau, estudio Sauerbruch Hutton
Agencia Federal de Medio Ambiente en Dessau, estudio Sauerbruch Hutton © picture alliance / imageBROKER

Jürgen Mayer H. también tiene un sinfín de ideas para el futuro: en 2011, con el Metropol Parasol de Sevilla, levantó una enorme estructura de madera que funciona a la vez como cubierta de mercado, mirador y espacio urbano, con un diseño expresivo y único. 

Metropol Parasol en Sevilla, Jürgen Mayer H.
Metropol Parasol en Sevilla, Jürgen Mayer H. © picture alliance / imageBROKER

En Cambridge, el estudio Behnisch ha creado con el Science Center de la Universidad de Harvard un espacio futurista para la investigación y la docencia. 

Harvard Science Center, Cambridge, estudio Behnisch Architekten
Harvard Science Center, Cambridge, estudio Behnisch Architekten © Brad Feinknopf

El estudio Henn, con sede en Múnich, está detrás de proyectos como la BMW iFactory en Hungría, el nuevo CERN Science Gateway en Ginebra o la Universidad de Westlake en Hangzhou, China: espacios pensados para la producción y la investigación, funcionales pero con carácter. 

Universidad de Westlake en Hangzhou, estudio de arquitectura Henn
Universidad de Westlake en Hangzhou, estudio de arquitectura Henn © Simon Menges

Anna Heringer, originaria de Baviera, construye en Bangladés utilizando barro y técnicas artesanales locales. Su escuela METI Handmade School ha sido reconocida con premios internacionales. “La arquitectura es una herramienta para mejorar la vida”, afirma.  

Escuela METI en Bangladés, Anna Heringer
Escuela METI en Bangladés, Anna Heringer © Kurt Hörbst