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Vida bajo tierra: la fascinante vida de los murciélagos

El investigador Simon Ripperger nos cuenta detalles sorprendentes sobre la vida oculta de los murciélagos y por qué protegerlos es tan importante para el medioambiente. 

Jessica KraußJessica Krauß , 16.07.2025
En Alemania hay 25 especies diferentes de murciélagos.
En Alemania hay 25 especies diferentes de murciélagos. © IStock

Doctor Ripperger, ¿cómo llegó a interesarse por la investigación sobre murciélagos?
Mis estudios de Biología en Ulm me llevaron durante un año a Costa Rica. Allí me fascinó el papel clave que desempeñan los murciélagos en las selvas tropicales. Polinizan flores, esparcen semillas y, al alimentarse de insectos, contribuyen a controlar sus poblaciones.  

¿Actualmente día investiga murciélagos en Alemania? 
En la Oficina Estatal de Medio Ambiente de Baviera, mi trabajo se centra en la protección de las especies autóctonas. Parte de nuestro trabajo consiste en realizar un seguimiento – registramos qué especies hay en cada zona y cómo evolucionan sus poblaciones. Además, llevamos a cabo investigaciones básicas para entender qué necesidades tienen estos animales en su entorno y así poder diseñar medidas de protección más eficaces. 

¿Por qué pasan tanto tiempo bajo tierra estos animales? 
Para hibernar, necesitan temperaturas frías, justo por encima de cero grados, que les permitan reducir el metabolismo y sobrevivir al invierno en “modo ahorro de energía”. Cada vez que se despiertan sin necesidad gastan energía, y eso puede llegar a ser mortal para ellos. Los refugios subterráneos ofrecen las condiciones ideales para ello. En los últimos 15 años se han examinado más de 1 000 sótanos en el norte de Baviera, muchos de ellos antiguas bodegas de cerveza. En total, contabilizamos más de 50 000 murciélagos. 

¿Trabaja con tecnología avanzada en sus investigaciones? 
En un equipo interdisciplinar hemos desarrollado una red de sensores inalámbricos en miniatura. Los sensores, que se colocan pegados al pelaje de los murciélagos en la espalda, apenas pesan un gramo, incluyendo el microordenador, la batería y la carcasa. Se comunican entre sí y envían datos en tiempo real sobre qué animales se acercan, cuándo y a qué distancia. Esto nos permitió, por primera vez, seguir cómo las crías se trasladan de refugio junto a sus madres, una visión fascinante de su vida social.