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“Muchos conservan costumbres que hoy en día apenas se ven”

Viven en Transilvania, Alta Silesia o Kazajistán. la experta en estudios culturales Karoline Gil, del Instituto de Relaciones Exteriores, detalla cuáles son los factores que aún definen a estos grupos en la actualidad. 

Ina BrzoskaInterview: Ina Brzoska, 11.12.2025
Jóvenes vestidas con el traje tradicional de las mujeres sajonas de Transilvania.
Jóvenes vestidas con el traje tradicional de las mujeres sajonas de Transilvania. © picture alliance

Frau Gil, en todo el mundo hay muchas personas con raíces alemanas. Cuando se refiere a las minorías alemanas en Europa del Este y Asia Central: ¿A qué se refiere? 
Nos referimos a comunidades alemanas con una larga trayectoria histórica en Europa Central y Oriental, además de en Asia Central. Sus antepasados llevaban a menudo siglos asentados en estas regiones, ya fuera porque habían sido trasladados allí como mano de obra cualificada o porque, tras los dos conflictos mundiales y los cambios de fronteras, pasaron a convertirse en minorías. Estos grupos siguen conservando hoy la lengua alemana, sus tradiciones y una historia compartida. Aun en un contexto de represiones y discriminación, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial y hasta el final de la Unión Soviética, muchos lograron mantener vivas su lengua y sus tradiciones culturales, casi siempre puertas adentro. Hoy calculamos que en Europa del Este y hasta Asia Central viven entre 1 y 1,5 millones de personas. 

¿En qué se distinguen las minorías alemanas de quienes tienen ascendencia alemana y residen, por ejemplo, en Estados Unidos, Brasil o Argentina? 

La diferencia está en su arraigo histórico y político. Las minorías alemanas de Europa y Asia Central llevan generaciones viviendo en áreas bien delimitadas y, en muchos casos, cuentan allí con reconocimiento oficial. Cuentan con sus propias organizaciones, medios de comunicación y centros educativos, además de una identidad cultural visible en el espacio público. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial les golpearon con especial dureza. Las secuelas de la guerra acabaron separando a quienes, después de 1945, quedaron aislados al otro lado del llamado Telón de Acero. A menudo no podían cultivar públicamente su lengua y su cultura y, en muchos lugares, sufrieron discriminación, salvo excepciones como la de Transilvania, en Rumanía.  

No fue hasta los cambios de 1989 cuando las minorías alemanas pudieron volver a mostrar públicamente sus estructuras y desarrollarlas. Para fomentar una convivencia constructiva entre las minorías y la mayoría, reciben apoyo de la República Federal de Alemania a través de programas y ayudas específicas. 

¿Qué grupos le vienen a la mente por sus tradiciones y costumbres? 
Los sajones de Transilvania son un buen ejemplo. Tienen un fuerte ideal educativo y la minoría está muy bien organizada, además de comprometida con la democracia. Aunque apenas representan alrededor del uno por ciento de la población rumana, gozan de un gran reconocimiento y participan activamente en la vida política. Las iglesias fortificadas son otro testimonio de la larga historia de esta minoría alemana y forman parte del paisaje característico de Transilvania, en el corazón de Rumanía. Los alemanes de Kazajistán constituyen uno de los grupos más numerosos entre las minorías alemanas. A menudo arrastran historias familiares marcadas por destinos muy duros, como varias deportaciones.  

¿Qué es lo que mantiene unidas a estas comunidades? 
Muchos conservan costumbres que hoy en día apenas se ven en Alemania. En algunos casos mantienen vivas tradiciones con siglos de historia. Para muchos jóvenes, estas tradiciones no tienen nada de anticuado; forman parte de quiénes son. A la vez, se implican en iniciativas culturales actuales, abiertas también al conjunto de la sociedad, que ayudan a transmitir una imagen auténtica y actual de Alemania y de sus minorías. 

¿Cómo apoya Alemania a estas minorías? 
Alemania ejerce una responsabilidad histórica y potencia la lengua, la cultura y el tejido cívico de estas comunidades. El Instituto para las Relaciones Exteriores, o ifa, apuesta para ello por medidas concretas: Desde los años noventa enviamos a jóvenes especialistas desde Alemania, otorgamos becas, impulsamos proyectos en esos países y creamos nuevas propuestas digitales. El objetivo es que estas minorías transmitan su lengua y actúen como puentes con la sociedad mayoritaria. Así, también se busca que sigan creciendo el trabajo con jóvenes y las estructuras mediáticas.  

Acerca de la persona: Karoline Gil

Karoline Gil, experta en estudios culturales.
Karoline Gil, experta en estudios culturales.
© ifa/ Hans Scherhaufer

La especialista en estudios culturales Karoline Gil está al frente del área de minorías alemanas del ifa – Instituto para las Relaciones Exteriores, desde donde se desarrollan programas para fortalecer sus estructuras culturales, lingüísticas y de participación cívica.

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