¡La salchicha en juego!

¿Qué ciudad alemana es la más verde? ¿En qué país vive la gente más feliz? ¿Cuál es la mejor universidad del mundo? Las respuestas están claras – Detmold, Finlandia, la Universidad de Oxford. Pero la pregunta verdaderamente fundamental, la que tiene en vilo a Alemania en estos momentos, es: ¿de dónde viene la currywurst?

Hasta ahora se daba por hecho: el 4 de septiembre, Alemania celebra el día de la currywurst. Al fin y al cabo, se dice que la mítica vendedora de comida rápida berlinesa Herta Heuwer vertió por primera vez su salsa especial sobre una salchicha cortada justo ese día de 1949, elaborada con concentrado de tomate y pimentón. Cierto que no había ni rastro de curry, pero Berlín lo tenía claro: ese fue el nacimiento de este clásico.

Pero ahora, Duisburgo irrumpe en la historia. La ciudad no se lo ha pensado dos veces y ha declarado el 22 de septiembre como nuevo día festivo. El motivo es la inauguración de una placa de latón en Duisburgo-Marxloh que proclama que Johann Peter Hildebrand – conocido como “Peter Pomm” – ya inventó la currywurst en 1936. ¡incluso con curry en polvo! Sin pensárselo dos veces, le arrebataron la festividad a los berlineses y la trasladaron al cumpleaños de Pomm.

La disputa no es nueva. Hace poco más de un año, dos autores de Essen presentaron pruebas de que en Marxloh ya se vendía la currywurst antes de la guerra. Viejas facturas de especias y los recuerdos de clientes habituales respaldan esta teoría. 

Al final, al cliente hambriento probablemente le da igual quién inventó esta salchicha de culto, mientras venga acompañada de una buena ración de patatas fritas. Quizá Berlín y Duisburgo deberían firmar un hermanamiento: “Inventadas por separado, disfrutadas en común.” Aunque, en realidad, la currywurst lleva décadas disfrutándose mucho más allá de los límites de Berlín y Duisburgo: se sirve, para ser exactos, en prácticamente cualquier chiringuito del país.